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Fotos con historia: Cuando las dificultades son el primer paso hacia la épica

España debía derrotar a Escocia para estar en el Campeonato Europeo de 2013. Se había empatado a uno en el partido de ida y tocaba ganar la vuelta en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Se consiguió la clasificación en un momento inolvidable

Los 90 minutos acabaron repitiendo resultado: 1-1 a pesar de que había sido un partido con alternativas. España debía ganar y todo se torció cuando, al comienzo del tiempo extra, Kim Little adelantaba contra todo pronóstico a las escocesas, 1-2.

Las dificultades a veces son solo el primer paso de la leyenda. La Selección de Nacho Quereda parece que entendió eso y se puso manos a la obra: debían marcar dos goles en 22 minutos si querían estar en el Europeo de 2013. Vero Boquete lo recordaba en una entrevista con UEFA.com.

"El partido de vuelta fue increíble. Habíamos jugado en Escocia la ida y lo habíamos hecho bien. La vuelta era en España, estaba lloviendo y el terreno de juego no estaba en las mejores condiciones. Las cosas no empezaron bien, ya que Escocia se adelantó en el marcador. Necesitábamos empatar y así lo hicimos".

En el minuto 113, Silvia Meseguer conseguía la mitad del milagro marcando el 2-2. El valor de los goles en campo contrario todavía metía a las escocesas, tras el 1-1 de la ida, pero lo mejor estaba por llegar. A tres del final, se señaló un penalti. 

La capitana, la gallega Vero Boquete, asumió la responsabilidad y colocó el balón en los once metros. Marcar ese gol clasificaba a España y ya hubiera sido un episodio épico, pero el destino todavía quería rizar más el ya rizado rizo de aquel partido. La guardameta rival detuvo el balón. 

Vero recordaba aquella sensación tiempo después: "Asumí la responsabilidad. Estoy acostumbrada a tirar penaltis en la Selección. En mi cabeza tenía claro que sería gol, no tenía ninguna duda. Había sufrido una leve lesión de rodilla y la verdad es que terminé el partido con dolor. Pero me dije a mi misma que tenía que chutar el balón algo más fuerte de lo habitual porque si mandaba el esférico a un lado la portera lo pararía. El penalti no fue el mejor de mi vida y luego vi como la guardameta lo paraba". 

La épica había estado a punto, pero pedía un poco más:  ​"Toda mi vida pasó frente a mis ojos en esos dos minutos entre los que fallé el penalti y marqué el gol. Me di la vuelta y vi a todas mis compañeras llorando sobre el césped, vi al banquillo y todos también estaban llorando, un sueño se había muerto. Había muy poco tiempo para lograrlo. Pero algo me dijo que tendría otra oportunidad, que esto no iba a ser decisivo" 

Y como tantas veces en el deporte, el esfuerzo por encima de todo transformó la decepción en éxtasis: "Todas seguimos corriendo y cuando el balón pasó sobre la línea y mi compañera centró, vi el balón venir y sentí eso... bueno, en realidad no sabía exactamente a donde iba a ir el balón, pero supe que iba a ir justo adonde yo estaba. Así que el balón fue centrado y se desvió en la cabeza de alguien y me las ingenié para bajarlo y rematar a portería. Fue la mejor experiencia de mi vida".

Para la historia quedó la instantánea de la fotógrafa de la RFEF, Eidan Rubio, con la celebración con la que Boquete homenajea a su Galicia a través del pulpo, fotografía que además ilustró, un tiempo después, el libro sobre la jugadora del periodista David Menayo.

Lo mejor, es revivir aquel gol, con la narración de nuestro compañero Antonio Muñoz.