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VÍDEO | La Selección, un Quijote del siglo XXI

Abril es un mes tradicionalmente cervantino y por ende quijotesco. La inmortal obra del escritor alcalaíno guarda algunas semejanzas con la Selección española que aquí vamos a tratar de exponer


Literatura y fútbol unidos gracias al combinado nacional. Desde la Real Federación Española de Fútbol nos unimos al homenaje a Miguel de Cervantes en el 400 aniversario de su fallecimiento. Los internacionales Juan Mata, Óliver Torres, Verónica Boquete, Nahikari García, Jorge Meré y Carlos Ortiz, además de los seleccionadores Vicente del Bosque, Albert Celades, José Venancio López y Jorge Vilda han leído extractos de tan insigne obra en un vídeo que queremos compartir con todos vosotros.

La Selección se parece al Quijote porque durante años persiguió un sueño, un ideal como el “Caballero de la Triste Figura” perseguía el amor de Dulcinea, la dama de sus pensamientos.
 
En pos de ese ideal, Alonso Quijano, reconvertido en Don Quijote, luchó con gigantes (y con molinos) y siempre fue derrotado. España desde 1964 persiguió incansable a su Dulcinea (la Copa de Europa y el Mundial) y solo se encontró con los golpes del destino (la mala suerte en la Eurocopa de 1984, los penaltis en 1986, a Tassoti en 1994, o una decisión arbitral polémica en 2002).
 
Si Don Quijote acababa apaleado y en el suelo, los sueños de la Selección terminaban rendidos en cada Mundial y Eurocopa.
 
Eso cambió desde 2008 cuando la Selección encontró a un Cervantes que escribiera su historia. En realidad fueron dos grandes novelistas (Luis Aragonés y Vicente del Bosque) quienes crearon otra narrativa para el equipo nacional que condujo hacia el éxito, el que nunca acompañó al hombre de La Mancha.
 
Y los éxitos de la Selección llegaron cuando el equipo nacional supo aplicarse a sí misma las enseñanzas de Alonso Quijano. Se convirtió en un bloque perfectamente engrasado que sin duda habría hecho exclamar al propio Cervantes: “Voto a Dios que me espanta esta grandeza y que diera un doblón por describilla: porque ¿a quién no sorprende y maravilla esta máquina insigne, esta riqueza?”.
 
Como Don Quijote, en primer lugar, el equipo apostó a la humildad. El actual Seleccionador siempre ha tenido claro que "tenemos muy buenos jugadores… pero no nos debe faltar humildad".
 
Palabras parecidas a las que Don Quijote dirigía a Sancho: “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran”.
 
En segundo lugar, tras mucho peregrinar, la Selección encontró su estilo como equipo y ha sido fiel a él. Como en su día dijo Luis Aragonés: "El estilo de España es cuestión de los futbolistas… obedece únicamente a la calidad de los futbolistas y esa calidad lleva a una unión y una posesión de balón difícil de contener".
 
El propio Quijote recomendaba Sancho conocerse bien a sí mismo y ser fiel a sus ideas y principios así como a sus características: “Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra”.
 
Además, la Selección ha apostado por el buen trato al balón ya que en palabras de Don Quijote “al bien hacer jamás le falta premio” y “bien predica quien bien vive”.
 
En definitiva, la Selección española fue históricamente un Don Quijote cuando la suerte no le acompañaba y también ha sabido ser un sabio Alonso Quijano cuando la diosa Fortuna decidió fijar sus ojos en la vieja piel de toro.