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Las paradas de Unai Simón y el gol de Mikel Oyarzabal deciden la tanda de penaltis de cuartos de final frente a Suiza
San Petersburgo. Rusia. Pocos minutos antes de las diez de la noche. Aún es de día a estas alturas del año en latitudes así, pero para la Selección española su futuro inmiente comienza a llenarse de sombras.
El combiando nacional va por detrás de Suiza en la tanda de penaltis de cuartos de final en la Eurocopa y los helvéticos llegan con el aval de no haber errado ningún lanzamiento desde los once metros en la eliminatoria previa frente a Francia.
Y es entonces cuando emerge en el estadio Krestovski la figura agigantada del guardameta Unai Simón, quien consecutivamente detiene los chuts de Schär. Akanji e intimida a Vargas para que el suizo lance alto su penalti.
El ibarrés Mikel Oyarzabal remata la faena convirtiendo su lanzamiento y clasificando a España en una noche que finalmente queda para el recuerdo feliz de todos los aficionados españoles.