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21 Octubre 2022

Chico Flores: "El curso de formación de la RFEF es del más alto nivel que hay en Europa y nos atrevemos a decir que del mundo"

Cuando 'Chico' Flores tenía 20 años, cuando militaba en un emergente FC Barcelona B que jugaba en Tercera División en el que compartía vestuario con compañeros de la talla de Sergio Busquets o Pedro entre otros, algo despertó en su interior que comenzó a tomar notas de los entrenamientos.

Nacido en Cádiz y afincado actualmente en Almería, cuando 'Chico' Flores tenía 20 años y sin saber qué le depararía el futuro como futbolista en un emergente FC Barcelona B que militaba en Tercera División en el que compartía vestuario con compañeros de la talla de Sergio Busquets o Pedro entre otros, algo despertó en su interior que comenzó a tomar notas de los entrenamientos.

"Me llamaban la atención las tareas, los ejercicios, la forma de preparar los partidos y empecé a apuntar notas sin pensar qué podía pasar en un futuro...", recuerda Chico. ¿Quiénes eran sus técnicos? Palabras mayores: Pep Guardiola y Tito Vilanova. "Disfrutaba como futbolista y con la preparación del día a día, en lo que nos transmitía Pep a nivel deportivo y personal, lo que hacía para conseguir la cohesión grupal dentro de un vestuario que es importantísimo y a la vez muy complicado", añade el gaditano, que acaba de obtener el 'Diploma - Licencia UEFA A' de Entrenador tras superar el curso impartido en la Real Federación Española de Fútbol.

Si echa la vista atrás, el sueño que tenía cuando empezó a disfrutar con un balón pegado al pie logró transformarlo en realidad en un recorrido con paradas en la UD Almería, Genoa CFC, RCD Mallorca, Swansea City, Lekhwiya SC, Granada CF, Rubin Kazan y CF Fuenlabrada. Atento, autocrítico, ilusionado, ambicioso, resiliente, trabajador, honesto y siempre dispuesto a escuchar para la formación continua, "hasta los sabios mueren aprendiendo" recalca, son algunos de sus rasgos para labrarse una brillante etapa como entrenador que acaba de iniciar en su lugar de adopción, Almería, la temporada pasada dirigiendo al Cadete B de la UD Almería y asistente y Team Manager del filial, rol que tiene en el curso actual. Escucharle es una auténtica delicia.

¿En qué momento de su carrera empieza a sentir que tenía un entrenador en su interior?

Nunca se sabe porque es difícil de sentir y de saber, pero sí es cierto que a raíz de mi etapa en el FC Barcelona, donde coincidí con Guardiola y Tito Vilanova, aunque era muy joven, ya me llamaba la atención el poder el día de mañana transmitir mi experiencia como futbolista y seguir dedicándome al fútbol desde el verde. Ha llegado el día y me siento cómodo, hay mil problemas como entrenador que no pensaba cuando estaba al otro lado, pero me gusta solucionarlos y sobre todo que pueda salir en el campo lo que tú planteas durante la semana. Es bonito e ilusionante y ahora es el momento adecuado. Estás las 24 horas pensando en fútbol, igual son las diez de la noche y has dormido a los peques, se te ocurre una idea y te sientas en la mesa a escribir, pensar y distribuir.

¿Con qué disfruta más? ¿Cuestiones tácticas, micro-ciclos, gestionando grupos...?

Me ilusiona todo, intento buscar soluciones a los problemas, creo que se saca mucho más positivo de lo negativo y es un trabajo constante. Y disfruto mucho preparando tareas, ejercicios, en crear un buen ambiente dentro del vestuario entre compañeros, con el cuerpo técnico, con trabajadores del club, creo que es súper importante porque al final lo que hay dentro del vestuario se transmite al campo, y aunque los jugadores no tengan ese talento o calidad top, el trabajo y el ambiente generado es un beneficio extra que te ayuda a sacar resultados positivos.

¿Tiene decidido dedicarse al fútbol base o al fútbol profesional?

Acabo de aterrizar, fui preparándome desde hace ya un tiempo porque tenía claro que era a lo que me gustaría dedicarme, pero cuando colgamos las botas partimos de cero porque es totalmente diferente a nuestra etapa como futbolista. Y necesitamos una formación como la de la RFEF, que está por encima de cualquiera a nivel europeo y a nivel mundial. Es una formación que necesitamos todo el mundo y, con la exigencia que nos han compartido, creo que era fundamental para nosotros ir creciendo y formándonos como entrenadores. No sé dónde llegaré, ahora estoy a gusto empezando en el fútbol base, empezar es muy difícil, hay que ir paso a paso y estamos formándonos. Sí es cierto que el día de mañana, como cuando éramos futbolistas, nos hace ilusión y somos ambiciosos para llegar lo más lejos posible.

¿Qué entrenadores son sus referentes?

Siempre saco lo positivo y hay muchísimos. Entrenadores que me han marcado por mi trayectoria han sido Michael Laudrup, Pep Guardiola, he tenido también a Gian Piero Gasperini, que me parece uno de los mejores entrenadores italianos, a Joaquín Caparrós, un entrenador de carácter y que sacaba mucho provecho a los equipos, otros que podría nombrar serían Juanma Lillo, Unai Emery... ¿Referencias? Sacar lo positivo de todos.

En una tarea de la formación nos preguntaron cuál sería el entrenador ideal y sacamos cualidades de muchos entrenadores, por ejemplo: el carácter ganador que tiene Simeone; el conocimiento de Guardiola; la elegancia de Zidane; la tranquilidad en la forma de gestionar el grupo de Ancelotti; la imagen y cercanía con los jugadores de Klopp; y así te podría comentar muchísimos entrenadores que tienen sus cosas muy buenas y que intentas absorber para intentar formarte tu entrenador ideal siempre con tu esencia. Igual que cuando eras jugador te fijabas en jugadores de tu posición y las cosas buenas que tenían, en este caso ahora intento coger lo bueno de los mejores entrenadores del mundo.

Ha estado en varios países, ¿cómo se percibe el nivel del entrenador español? 

Nos tienen en mucha consideración, igual como nosotros pensamos que el fútbol italiano es muy físico, el inglés muy veloz, el español muy técnico... nos ven como entrenadores a los que nos gusta mantener mucho la posesión de balón, pero en el fútbol español cada vez evoluciona más el tema físico, la tecnología ha evolucionado muchísimo y en eso en España hemos ganado bastante. Nos gusta tener el control de los partidos, mantener la posesión, que sea un fútbol bonito y vistoso para que los aficionados disfruten y sobre todo a raíz de eso sacar los resultados, que es lo principal en el fútbol.

¿En qué aspectos te has enriquecido del curso aprovechando tu experiencia como jugador de élite?

Tú puedes ser muy buen jugador, pero no tener una buena comunicación para transmitir lo que has logrado llegar a ser, porque es difícil y también forma parte de la personalidad de cada uno. Cuando la mayoría de personas de fuera se piensan que nosotros tenemos mucho ganado, creo que se equivocan, porque colgamos las botas y partimos de cero. Y cada vez la preparación y la exigencia es cada vez mayor, de la RFEF están saliendo entrenadores muy buenos con una gran formación y un gran conocimiento.

Sí pienso que un exfutbolista sí tiene ganado lo referente a la cohesión grupal y a lo que se vive dentro de un vestuario. Hemos convivido con gente de diferentes nacionalidades, diferentes egos, jugadores con diferentes cualidades, un día a día en el que estás casi más con tus compañeros que con tu familia y creo que eso es un plus. No lo es todo, pero es un plus a la hora de desenvolverte y actuar en según qué situaciones.

Has de formarte también en el tema de comunicación para transmitir tus pensamientos, tus ideas y en tener una comunicación fluida con tus jugadores, con tu cuerpo técnico, con trabajadores del club... Eso es fundamental para crear un buen ambiente y que sea más fácil la manera de trabajar, conseguir que esto se traslade al campo te hace ganar partidos y sacar resultados.

¿Cómo valora el curso de Entrenador Diploma y Licencia UEFA B&A?

De un gran valor. Nos han exigido muchísimo a nivel de trabajo, tanto teórico como práctico, pero era lo necesario porque están saliendo muchísimos entrenadores muy buenos de otros. Es casi imposible colgar las botas y directamente sentarte en un banquillo, es fundamental tener esa formación y estamos súper agradecidos e invitamos a los futuros entrenadores a que pasen por la RFEF porque creemos que es el curso de formación de más alto nivel que hay en Europa y nos atrevemos a decir que en el mundo.

¿Cómo le gustaría que jugara su equipo?

Aunque tengas tu idea y modelo de juego en fase ofensiva, en fase defensiva, en organización... te tienes que adaptar a las características de los jugadores que tengas en ese momento. Pero sí tengo claro que quiero un equipo que sea ambicioso, que le guste jugar a la pelota, intentar tener controlados los partidos, pero sobre todo que sea un equipo de carácter, que pelee todos los balones, las primeras acciones, las segundas jugadas, que se pierda el balón y tengas una rápida reacción, una presión tras pérdida, que pelee desde el primer hasta el último minuto.

¿Parte de un esquema táctico base o no hay que guiarse en un sistema?

Todos los sistemas tienen su encanto, incluso como entrenador es bonito trabajar un partido de una forma, otro de otra, es cierto que hay que llevar una dinámica e intentar no cambiar mucho a nivel de sistema. Sí puedo tener una idea de lo que me gustaría o haría, que sería con el 1-4-3-3 o con el 1-4-1-4-1, pero al final hay partidos que te llevan a jugar con cinco defensas o con tres, a poner dos en punta, a poner un punta y a un mediapunta, a jugar con los carrileros más atrasados o más adelantados, que el 8 y el 10 tengan tendencia a tener más descensos que ascensos...

Todo es debatible, pero las características de tus jugadores son fundamentales y te tienes que adaptar. También creo que hay que ayudar al jugador a que juegue en diferentes posiciones. Me gusta que el fútbol sea camaleónico, que tú cambies, que el rival o el entrenador rival te juegue de una manera, te responda y tú también tengas una respuesta. Todo eso durante los 90 minutos. Como la vida de hoy en día y a mí me gusta ser, hay que buscar soluciones a los problemas, y si pueden ser inmediatas pues mejor, tener salidas rápidas para intentar contrarrestar o evitar los problemas rivales.