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15 Noviembre 2018

CRÓNICA | El fútbol no puede con la fuerza (3-2)

España llegó a remontar hasta dos veces para igualar el partido en Zagreb pero la potencia de los subcampeones del Mundo se impuso. La resolución del grupo, pendiente del choque de Wembley entre ingleses y croatas
  1. Antonio D. Muñoz
  2. Carmelo Rubio

El camino de las grandes historias siempre tiene piedras, y trampas, y dificultades. Y más, si por la gloria pugnan grandes rivales. Tras comenzar de manera brillante la competición de la UEFA Nations League, en Zagreb tocada rematar la faena, conseguir el pase matemático. Pero enfrente estaba la subcampeona del Mundo, rehecha tras unos meses de cansancio "post Mundial".

España salió a terreno hostil queriendo jugar desde atrás y asumiendo el riesgo de tocar ante una buena presión croata. Además, los de Luis Enrique también apretaban a campo completo. Y cuando Croacia salía por bandas, explotaba su velocidad. Aún así no hubo ocasiones claras sobre ninguna meta, en la primera media hora.

Conforme pasaban los minutos, España encontraba lineas de pase, por bandas lo intentaban Jordi Alba y Rodrigo, y los centros llegaban sobre el área croata, que esperaba para cortar un balón y salir a la contra. Ante la defensa encerrada de los locales, Saúl, Ceballos, Isco y los laterales buscaban un pase para Rodrigo o Aspas. Y. en un balón recuperado, Isco tuvo un remate que mandó a córner Kalinic.

Y aunque España arrancó la segunda mitad bien, jugando con más espacios, un rechace y la suerte cayeron del lado de Croacia, que a los nueve minutos se adelantaron por medio de Kramaric. Pero como España no sabe otra cosa que jugar, siguió a lo suyo y en una magnífica jugada trenzada por el ataque español igualó Ceballos tras asistencia de Isco a los dos minutos del gol local.

Fueron minutos de magia española. Salió Asensio y Aspas estrelló un balón en el larguero. Aún así, de nuevo se adelantó Croacia, después de un saque de esquina que remató Jadvij en el segundo palo. Luis Enrique dio salida a Suso y España buscó la igualada. A punto estuvo Morata, de cabeza, de conseguirla. Los nuestros insistieron y llegó el penalti que transformó Sergio Ramos. España iba por la victoria.

Los últimos minutos se convirtieron en un correcalles que podía caer del lado de cualquiera. Y lo hizo para los locales, que apretaron en la prolongación e hicieron el tercero.