Actualidad
28 Mayo 2017

CRÓNICA | Messi… y 29

  1. Carmelo Rubio

*Quince minutos colosales de Leo, autor del primer gol y asistente en los otros dos, le dan al F.C.Barcelona un nuevo título de Copa.

*Ni se achicó ni se entregó nunca el Deportivo Alavés, un dechado de voluntad de principio a fin.

 

En la final de la 115ª Copa en el Vicente Calderón que echaba el telón a sus partidos oficiales; en el encuentro en el que andaban en liza el F.C. Barcelona, rey del Torneo con 28 títulos; en el primero al que accedía el Deportivo Alavés; en la que se preveía una lucha desigual, el de siempre volvió a decidir la suerte del partido. El de siempre, que no había aparecido hasta el minuto 29, oculto en una especie de situación como enganche, decidió entonces dar dos pasos hacia delante y empezar a resolver lo que no estaba resuelto. El de siempre no era otro que el de siempre, es decir, Lionel Messi, un prodigio de futbolista.

 

      Hasta que Leo entró en escena, el Deportivo Alavés se había sostenido sin grandes apuros. Es cierto que llegó a hacerlo incluso después del primer tanto de los azulgranas con un lanzamiento soberbio de Theo Cruz que equilibró la contienda, pero aquello en lugar de rebajar los instintos del “10” pareció reactivar todos sus resortes. No sabemos qué habría ocurrido si los vitorianos no hubieran provocado la irritación del argentino y nunca lo sabremos, pero el encauzamiento de la final por los azulgranas fue la obra monumental de un solo hombre.

 

Hasta ese minuto 30 en el que Messi decidió salir de la posición extraña que ocupaba en el campo, aparentemente alejado de la actividad que requería el juego, el F.C. Barcelona no había conseguido imponer su ley. Mandaba en medio campo Iniesta, muy claro, pero la lesión de Mascherano, un lateral derecho ocasional, provocaba incertidumbres en su zaga. El “Barça” tenía la pelota y su control, pero bien cerrado el Alavés impedía que a ese dominio los blaugranas añadieran peligro. Apenas un cabezazo de Jordi Alba.

 

      Había corrido media hora justa cuando Leo enseñó galones que nadie le puede discutir. El primer gol sería una excepcionalidad si no fuese porque Leo los marca a puñados. Arrancó Leo, se la dio a Neymar, que se la devolvió y entonces el insuperable “10” azulgrana engatilló un tiro suave de los suyos. Curvado, sublime, un gol de “milla de oro”.

 

No se achicó el Deportivo Alavés, honestísimo, con criterio, toque, velocidad y fondo. Hasta ese momento un soberbio rival. Y encontró premio dos minutos después cuando Theo mandó al ángulo derecho de Cillesen una falta botada fuera del área. Un tanto de bandera que parecía presagiar nuevos equilibrios. Los miles de seguidores del club vitoriano empezaron a cantar aquello de “este partido lo vamos a ganar”.

     Pero no debían esperar que Leo ya estaba activado. Enormemente motivado.

Activado al máximo. Durante 12 minutos, entre el 32 y el 44, en el marcador mandaba un empate (1-1) que reflejaba no el dominio del “Barca”, sino la resistencia de los vitorianos, sancionada con el magnífico disparo dicho de Theo. Todo se encaminaba hacia el descanso y hacia un segundo tiempo apasionante cuando el “10” decidió acabar con aquello. A los 44’, Leo se inventó una colada entre cuatro contrarios, muy de las de su estilo. Se fue de uno, quebró al otro, descolocó a un tercero con la cintura, todo ello, por cierto en un metro de terreno y cuando los espacios sobre él se cerraron abrió hacia André Gomes, que se había quedado solo. Su balón cruzado lo remachó Neymar.

 

El gol noqueó por unos momentos al Deportivo Alavés, atónito ante lo que había sucedido. Fue fatal para su suerte en la final, porque inmediatamente Messi hizo otra de las suyas. Otro portento de jugada, habilitando a Alcácer, que remachó a la media vuelta el tercero del F. C. Barcelona. En la 115ª final de Copa de España; en el duelo entre el rey del Torneo y el debutante en la final, un solo jugador marcó el signo del partido. ¡Pero qué futbolista!

 

     La segunda mitad fue intrascendente. El “Barca” se dedicó a administrar su ventaja, amenazando solo en contadas ocasiones al Deportivo Alavés, que dio un ejemplo de entereza y en el que se agigantó Marcos Llorente, de la saga de los Gento/Llorente, que con la cabeza vendada tras su choque con Mascherano se erigió casi en el dueño del campo en un ejercicio de esfuerzo y autoridad poco común en jugador tan joven. Sin embargo, no fue suficiente. No pudo él solo remontar, porque no es Leo, claro, pero selló con su derroche el de todo un equipo embarcado en una tarea mayúscula frente a un genio que durante el último cuarto del primer tiempo decidió actuar como tal, dejar su huella, asombrar a los aficionados y llevar la 29ª Copa a las vitrinas del que más se lo mereció.

 

 Él, Lionel Messi, fue el responsable de ello.  

FICHA TÉCNICA
FC Barcelona: Cilessen, Mascherano (10' André Gomes), Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Iniesta, Rakitic (82' Aleix Vidal), Messi, Neymar y Alcácer
Entrenador: Luis Enrique
Deportivo Alavés: Pacheco; Femenía, Ely, Feddal, Vigaray, Theo (78' Romero); Llorente, Manu García, Edgar (58' Camarasa), Ibai Gómez (58' Sobrino) y Deyverson
Entrenador: Mauricio Pellegrino

GOLES:

1-0 Messi 30'
1-1 Theo 33'
2-1 Neymar 45'
3-1 Alcácer 48'

ÁRBITROS: Clos Gómez amonestó a Manu García, Ely, Sobrino, Edgar y a Umtiti, Messi e Iniesta.
INCIDENCIAS: Final del Campeonato de España / Copa SM El Rey en el Vicente Calderón. Último partido oficial en el Vicente Calderón