Dani Mori: “El proyecto Formación Itinerante Entrenadores RFEF es sensacional, nos va a servir mucho para nuestra carrera”

No ser futbolista de élite no es sinónimo de no poder ser entrenador profesional de fútbol. Animado por el técnico Emilio Tuya, al verle capacidades para entrenar, Dani Mori inició los cursos formativos en Gijón y se enganchó. “Somos una familia muy futbolera, me atraía y sentía curiosidad por el mundo del entrenador, de ahí que empezara muy joven para ver si era capaz de hacer carrera en este mundo”, recuerda el asturiano, hermano de ‘Pirri’ Mori, que disputó más de 100 partidos en Primera División. En la actualidad no está ejerciendo, pero mientras espera un nuevo proyecto, ha participado en el proyecto ‘Formación Itinerante Entrenadores RFEF’ en la visita a Manuel Pellegrini, entrenador del Real Betis.

“Es un proyecto que me parece sensacional, si en un futuro me encuentro en una situación como la actual, no dudaré en ponerme en contacto con el Comité de Entrenadores de la RFEF para volver participar”, reconoce un entrenador que para convertir su vocación en profesión ha tenido que caminar un largo recorrido. Dani comenzó dirigiendo a los equipos de base del Cánicas Athletic Club, equipo de su localidad natal, Cangas de Onís, y con 24 años ya tenía el Nivel III de Entrenador. Ha entrenado en todas las categorías formativas, desde prebenjamines hasta juveniles hasta que, mientras trabajaba en la Fundación del Real Sporting de Gijón, le propusieron ir a Menorca a dirigir la escuela que abrió la Fundación del Real Madrid CF allí. No se lo pensó dos veces.

A los 28 años le llegó la oportunidad de entrenar en Tercera División con el Atlético de Ciudadela de Menorca, al que dirigió dos temporadas. Su buen hacer le llevó a la Peña Deportiva Santa Eulalia, equipo al que ascendió el primer año a Segunda División B. En ese momento recibió la llamada del RCD Mallorca para coordinar las categorías inferiores del conjunto balear y aceptó, pero al finalizar el curso 2009/10, el club se acogió a la Ley Concursal y tuvo que salir. Un obstáculo que no iba a frenar su ilusión. Tuvo que volver “a empezar de cero”, pero no le importó.

Fichó por el CD Ferrerías de Tercera División, equipo al que logró salvar, y luego bajó a entrenar en Regional Preferente al Penya Ciutadella Esportiva, lo ascendió a Tercera, a quien entrenó hasta que volvió a llamarle la Peña Deportiva Santa Eulalia, volvió a ascender a Segunda División B. RS Gimnástica de Torrelavega, UP Langreo, Mérida AD y Unionistas de Salamanca han sido los siguientes equipos dirigidos. Dani no tiene un entrenador referente, prefiere seguir la metodología de muchos tanto de la élite, como de categorías de base, como él indica, siempre puedes aprender: “Cuando estoy entrenando también me gusta ver a otros compañeros, tanto de categorías superiores de la zona como de inferiores, me encanta”.

Si tuviera que elegir una palabra que resumiera su experiencia con el Real Betis de Manuel Pellegrini elegiría “gratitud por todas las facilidades que nos puso tanto el Comité de Entrenadores, el Real Betis, el staff técnico encabezado por Pellegrini y los compañeros que me acompañaron en esta aventura”, como fue el caso de Óscar Fernández, Rai Rosa y José Luis Lemos. “Para nuestra formación es muy interesante el poder ver cómo trabajan los profesionales de esta magnitud en el día a día, valoras también la cercanía que te muestran después todos sus integrantes y nos va a servir mucho para nuestra carrera profesional”, recuerda Dani.

Sobre la figura del ‘Ingeniero’ Pellegrini, el preparador asturiano valora mucho “el tacto que tiene, la gestión que hace con el grupo… Todo lo que te habían dicho hasta el momento te parece poco al ver cómo gestiona y maneja un grupo de profesionales, creo que este es el camino y ojalá todos pudiéramos gestionarlo así. Desde la distancia le he observado, también le sigo en ruedas de prensa, pero poder convivir con él y su staff técnico es maravilloso”. Otro aspecto que valora es el poder compartir información y experiencias con los compañeros con los que convive durante el microciclo de trabajo.