Diz, un apellido con mucho fútbol sala

Los historia de los hermanos Diz es la historia de un apellido ligado al fútbol sala y a la ciudad de Lugo. Antonio y Alex nacieron en la ciudad lucense, hace 28 y 31 años respectivamente. La historia de estos hermanos llama poderosamente la atención si uno se para detenidamente a leer su curriculum vitae, que narra una historia casi paralela, como si de una misma persona se tratase, pero con nombres diferentes. Comparten apellidos, antecesores, lugar de nacimiento, hasta ahí todo entra dentro de lo común, pero también comparten la carrera universitaria, ya que ambos son graduados en Administración y Dirección de Empresas, y universidad, la de Santiago de Compostela. Además, Antonio es graduado en Derecho y Alex en Relaciones Laborales y Ocupación.

Las vidas casi paralelas de Antonio y Alex, que también comparten la primera letra de su nombre, no acaban ahí. Los dos jugadores se iniciaron al fútbol sala en las categorías inferiores del Azkar Lugo y ambos acabaron jugando en el primer equipo. Antonio debutó en la temporada 2009/2010 mientras que Alex lo hizo unos años más tarde, en la 2012/2013.

Primeros pasos

Antonio y Alex empezaron a jugar desde bien pequeños al fútbol sala. Su padre fue quién les inculcó el germen: “Desde que nacimos siempre estuvimos vinculados a este deporte ya que nuestro padre jugaba al fútbol sala y pronto empezamos a practicarlo. Empezamos a jugar a los 4-5 años en lo que en aquel entonces era la Escuela Deportiva Terra del Prone Lugo”. Después de pasar por todas las categorías inferiores del conjunto lucense Antonio, el hermano mayor, cumplió su sueño de debutar con el primer equipo: “Mi debut como profesional fue en la temporada 2009/2010 con el Azkar Lugo y fue muy especial el hecho de poder hacerlo en la pista a la que tantos años había estado yendo como aficionado y delante de mis amigos y mi familia”. Tres años después, con Antonio ya asentado en el primer equipo le llegó el turno al hermano pequeño, Alex: “Mi debut fue en el primer partido de la temporada 2012-2013 en Gáldar (Gran Canaria). Un partido especial que siempre lo tendré en el recuerdo”.

 

“Es ahora cuando uno empieza a valorar y a ser consciente del privilegio que fue poder jugar juntos en nuestra ciudad en la mejor liga del mundo”

 

Su etapa en el Azkar Lugo (posteriormente Prone Lugo) duró hasta la temporada 14/15 cuando el equipo acabó colista en Primera División descendiendo a la categoría de plata: “Era el sueño de ambos cuando éramos niños, pero a pesar de ello, probablemente es ahora cuando uno empieza a valorar y a ser consciente del privilegio que fue poder jugar juntos en nuestra ciudad en la mejor liga del mundo de fútbol sala”. Esos buenos tiempos llegaron a su fin tras el descenso, en un proceso de decadencia del equipo de su ciudad. Los Diz tomaron una difícil decisión, abandonar su club de toda la vida para marcharse a Santiago Futsal, otro club de su Galicia natal, para seguir su carrera en Primera División.

Santiago Futsal

“Fue nuestra primera experiencia fuera de casa y personalmente guardo muy buen recuerdo. En Santiago nos acogieron especialmente bien y tanto a nivel deportivo como a nivel personal creo que esta etapa nos hizo crecer mucho”, explica Antonio. Para Alex, que por aquel entonces tan solo tenía 20 años, fue una experiencia muy bonita: “A nivel deportivo, hemos sufrido, pero también hemos disfrutado muchísimo. Siempre había un gran ambiente de fútbol sala. Y, a nivel personal, hemos hecho muy buenos amigos y nos hemos cruzado con grandes personas”.

En 2018 separaron sus caminos

Tras siete temporadas juntos en la élite, los hermanos Diz separaron sus caminos en el año 2018. Antonio, puso rumbo a Segovia para enrolarse en las filas del Naturpellet Segovia, mientras que Alex se quedó en el norte de España, y recaló en las filas del CA Osasuna Magna.: “Fue una decisión que surgió, después de Santiago ambos teníamos claro que queríamos seguir buscando nuevos retos en el mundo del fútbol sala y, a partir de las oportunidades que nos surgieron, entendimos que separar nuestros caminos era lo mejor para ambos” señala Antonio. Alex recuerda con cariño su paso por el conjunto navarro pese a que tan solo duró un año su estancia allí: “Los dos teníamos ganas de vivir una experiencia lejos de nuestra tierra. En mi caso, estuve en Pamplona y creo que me ha servido para crecer mucho a todos los niveles. Fue una buena experiencia, en un club que siempre será muy especial para mí”.

Después de un año, ambos jugadores volvieron a su tierra, pero a equipos diferentes: “En mi caso, después del año de Segovia, que fue especialmente duro, necesitaba volver a reencontrarme como jugador y en ese sentido Noia me transmitió confianza, un proyecto serio y me permitía empezar a compaginar el fútbol sala con mi actual carrera laboral, y la verdad que, a día de hoy, puedo decir que fue de las decisiones más acertadas que tomé en mi carrera deportiva” explica Antonio. Para Alex, volver a su tierra implicaba acabar con la morriña, la oferta de Pescados Rubén Burela suponía para él  la oportunidad de volver a estar cerca de los suyos: “En ese momento, creo que a nivel personal era la mejor decisión. Quería estar cerca de mi pareja y de mi familia. Y, a pesar de que los tres años en Burela han sido muy intensos ha sido una etapa de mi vida muy feliz”.

AD Lugo Sala, de nuevo juntos

Después de cinco temporadas separados, los hermanos Diz volvieron a juntar sus caminos esta temporada, lejos de la élite, pero cerca de su casa, en el club de su ciudad. El primero en recalar en el club fue el hermano mayor, Antonio, que decidió unirse al Lugo sala porque “es el club que mejor se adapta” a su situación actual, y le permite compaginar su trabajo con el fútbol sala: “Me permite seguir disfrutando del deporte que más me gusta con compañeros de gran nivel, en mi ciudad y compaginándolo con mi carrera laboral”. Un año después, fue el turno de Alex, que dejó el Pescados Rubén Burela, recién descendido a Segunda Federación, para jugar en Segunda B junto a su hermano: “El hecho de que Alex se haya incorporado esta temporada a Lugo Sala evidentemente es un plus para el equipo y para mí es especial poder volver a competir a su lado” destaca Antonio. 

 

“Abandonar el deporte de alto nivel ha sido lo mejor para mí”

 

Alex Diz volvió esta temporada al club de su ciudad, volviendo a compartir vestuario con Antonio: “La situación es similar a la de mi hermano. Los últimos años en Burela han sido muy intensos, viviendo situaciones de mucha tensión. Después de estos meses, creo que la decisión de abandonar el deporte de alto nivel ha sido lo mejor para mí. Ahora estoy muy contento de estar aquí, en mi casa, y compaginándolo también con mi carrera laboral”.

La llegada de los hermanos Diz ha supuesto un salto de calidad en Lugo Sala que lidera el Grupo I de Segunda División B con seis puntos de diferencia sobre el segundo y están muy cerca de clasificarse para el playoff de ascenso: “Creo que tenemos que estar satisfechos con el trabajo que estamos haciendo, pero debemos ser exigentes con nosotros mismos e intentar seguir trabajando en el día a día de cara al tramo final de la temporada que es realmente ilusionante” señalan los dos hermanos.

Campus Hermanos Diz

La pasión de los hermanos Diz por el fútbol sala les llevó a apostar por la creación de un campus donde poder enseñar a los más pequeños todo lo que han aprendido durante su carrera: “La idea del campus surgió, junto con el club “Os Meigallos” de Sarria (Lugo), con el objetivo de promocionar y desarrollar nuestro deporte en dicho municipio, al cual estamos muy vinculados por razones familiares, y entendimos que esta era la mejor manera de hacerlo”.

Después de cinco años realizando el campus, los hermanos Diz están muy satisfechos con el proyecto: “El resultado y el cariño recibido ha compensado el trabajo realizado y ha sido muy gratificante”.

Su próximo objetivo es ascender juntos con el equipo de su tierra y devolver a un club lucense a la categoría de plata del fútbol español.  La historia de los hermanos Diz es la de un apellido ligado al fútbol sala, un apellido que significa pasión por un deporte que aman desde que nacieron.