El fútbol se ve diferente bajo palos; los kilómetros no pesan por un hijo

422 kilómetros. Cuatro horas y media de viaje. Tres veces por semana. Este es el trayecto que, Iker Naranjo y su padre, Óscar, realizan todas las semanas. Más de mil kilómetros semanales para que Iker pueda entrenar con el Real Betis Balompié. El cancerbero de la Selección Andaluza juega en el conjunto bético, pero reside en su Málaga natal. Por ese motivo, tienen que realizar tres días por semana ese desplazamiento. 

Viendo la ilusión de ambos, queda claro que el esfuerzo merece la pena. Iker disfruta sobre el verde, y su padre en la grada. Óscar, que ya realiza más de mil kilómetros semanales, no dudó esta semana en hacer unos pocos más y acercarse hasta Madrid, para ver jugar a su hijo con el combinado andaluz.