El trofeo que simboliza la “grandeza sin límite” del deporte femenino, recibido en la Ciudad del Fútbol

Este lunes, el trofeo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023, que se disputará entre Australia y Nueva Zelanda entre el 20 de julio y el 20 de agosto, ha sido oficialmente recibido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede de la RFEF. Un acto en el que el secretario general de la Federación, Andreu Camps, ha ejercido como anfitrión de su homóloga de FIFA, Fatma Samoura; y de las embajadoras en España de Australia y Nueva Zelanda, Sophia McIntyre y Tara Morton, respectivamente.

Jorge Vilda encabezaba al cuerpo técnico de la Selección Femenina, presente prácticamente al completo en la Residencia Ciudad del Fútbol en la que se ha desarrollado el evento. Inma Gabarro y Marina Artero, campeonas del mundo en categorías inferiores, han querido también estar en el acto, desvelando el trofeo ante las personas asistentes, y aprovechando para expresar su “sueño” de, algún día, elevar la Copa Mundial Femenina al cielo representando a España.

También han asistido representantes del arbitraje femenino, encabezadas por Marta Huerta de Aza, árbitra internacional designada por FIFA para pitar en este Mundial.

Procedente de París, el trofeo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA ha recalado en Madrid en medio de una gran gira que le hace recorrer más de una treintena de países, llevando a todos los rincones de la tierra la ilusión por este torneo que quiere seguir haciendo crecer el fútbol entre niñas y mujeres de todo el mundo.

Camps: el fútbol femenino, “una prioridad de facto” para la RFEF

El secretario general de la RFEF, Andreu Camps, ha recordado que “el desarrollo, promoción, difusión y engrandecimiento del futbol femenino” fue una de las cuestiones en las que más insistió el presidente, Luis Rubiales, en el momento de su nombramiento, hace ahora cinco años. “Ha sido una prioridad que no solo es de palabra, con documentos y planes, sino que es una prioridad de facto y con resultados y hechos concretos”, ha explicado Camps, antes de recordar el gran aumento de licencias femeninas en España y los cambios de estructura en las competiciones.

El secretario general de la RFEF ha subrayado que se ha pasado, en cinco años, de un presupuesto de 3 millones de euros a otro de 27 millones; y destacaba el aumento de equipos en categorías inferiores. Camps también ha querido agradecer especialmente el trabajo de las Federaciones Territoriales coordinado con la RFEF. “Nuestro objetivo es seguir creciendo, en todas las categorías y en la Selección absoluta, y el trabajo liderado por Luis Rubiales está dando sus frutos ya”, ha insistido, antes de concluir expresando el deseo de la RFEF de “llegar a la final” en Australia y Nueva Zelanda.

La secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, ha señalado que este día es “histórico” para toda la afición española, al tener la opción de acercarse a un trofeo que es “un símbolo de trabajo, de habilidad, de corazones que laten por una nación”. Samoura ha señalado los grandes logros de las categorías inferiores (campeonas de Europa y campeonas del mundo sub-19 y sub-20, respectivamente), para insistir en que “nada es imposible” para España en esta Copa Mundial.

“En FIFA queremos que las niñas sepan que no hay límites”, explicaba Samoura, “para que peleen por superarse”; esa es la justificación de “Con grandeza sin límite”, lema de la competición en la primera vez que la Copa Mundial Femenina de la FIFA es organizada por dos países, Australia y Nueva Zelanda.

Una Nueva Zelanda que, en 1893, fue la primera nación en conceder el voto a la mujer, como recordaba su embajadora en España, Tara Morton; un detalle histórico para resaltar la implicación en la igualdad de este país. Por su parte, la embajadora australiana, Sophia McIntyre, destacaba lo poderoso del fútbol como herramienta para seguir avanzando, precisamente, en dicha igualdad; y subrayaba también que los deportes son parte de la identidad nacional de su país.