No hay partido con mayor trascendencia, a nivel europeo, que un España-Italia, disparada la rivalidad entre dos selecciones que se conocen al dedillo y que este jueves, en Enschede (20.45 horas), disputan el capítulo 40 de esta intensa historia mediterránea. Es, además, una semifinal de la UEFA Nations League, cita de alto voltaje que se vende por sí sola.

Este clásico ha dejado momentos inolvidables, muy repartidas las alegrías. España ha vencido 14 partidos, ha empatado 13 y ha caído en 12, con 43 tantos a favor y uno más en contra. En los últimos años, los España-Italia se han repetido en numerosas ocasiones, con aquella gesta de la Eurocopa de 2008 en el recuerdo como el punto de inflexión de la Selección. Cesc transformó ese penalti en la tanda de los cuartos de final y España se sintió liberada, primer paso de aquella época dorada que se resolvió con dos títulos continentales (uno de ellos conquistados precisamente ante la Azzurra en la apoteósica final de Kiev) y el Mundial de 2010.

España se llevó el último duelo entre ambos conjuntos, precisamente en las semifinales de la Nations League de 2021. Fue un partidazo aquel de en San Siro que sirvió, en cierto modo, para que la Selección se desquitase de la derrota en las semifinales de la Eurocopa disputada en 2021.

Y ahora España e Italia se vuelven a encontrar, siempre cerca, siempre competitivas. Es un clásico y no hay nada que se le pueda equiparar en el fútbol. Sobre todo si se gana, claro, y España está lista para vaciarse en busca de otra alegría.