Cuando cae la noche, en el campo base de la Selección suena una suave melodía que encandila a cualquiera. Las notas de un precioso piano negro rompen el silencio de este refugio en plena Selva Negra y uno se sorprende cuando es Robin Le Normand quien toca, central de España y también pianista.

“Mi hermano toca, mi hermana toca… Como soy el hermano mayor, pues quería que tocar también. No toco como ellos, pero sí toco algunas canciones”, relata el defensa, que encuentra en la música una válvula de escape después de las batallas. En el mundo del fútbol solo hay fútbol y es verdad que cuando vuelvo casa tocar el piano me gusta, es otro mundo”.

Suena muy bien, suena dulce y suave, y vas buscando canciones en base a sus gustos musicales “Digo: “me gusta esa canción, a ver si la puedo tocar…”. Mi nivel no me permite tocar muchas, pero alguna sí”.

Le encanta “Another Love”, de Tom Odell, y se empeñó en perfeccionar su técnica a base de escucharla una y otra vez. “Esa era la primera. La que quería hacer, salía en todas las redes sociales y me encantaba. Le he dedicado bastantes horas, pero me sale bastante bien”.

No le falta razón, suena de maravilla, pero todavía le falta un poquito para soltarse y tocar para todo el equipo. “Estoy aprendiendo esa, pero todavía no me la sé bien. A ver si toco alguna que pueda enganchar a todo el mundo, pero me cuesta…”, dice con cierta modestia.