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06 Abril 2023

Mateo Rodríguez, tres horas de viaje para entrenar en busca del sueño de ser futbolista como su paisano Álvaro González

No es fácil salir del municipio de Potes, su encanto te atrapa, los 107 kilómetros de distancia con Santander que requieren de 90 minutos no lo aconsejan, pero el sueño de ser futbolista de Mateo Rodríguez puede con todo, más cuando hay un ejemplo a seguir: Álvaro González Soberón.

"Potes es una zona que tiene algo especial", apunta José Febrero, entrenador de la selección de Cantabria Sub-16 cuando alude a la localidad de Mateo Rodríguez, uno de sus futbolistas en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas. Abrazada a los Picos de Europa y ubicada en la confluencia de los cuatro valles de la comunidad autónoma, tiene una población de poco más de 1.300 habitantes, pero su encanto le llevó a ser declarada Bien de Interés Cultural en 1983 y nombrada 'Capital de Turismo Rural 2020'.

No es fácil salir del municipio, su encanto te atrapa, los 107 kilómetros de distancia con Santander que requieren de 90 minutos no lo aconsejan, pero el sueño de ser futbolista puede con todo, más cuando hay un ejemplo a seguir: Álvaro González Soberón, actualmente en el Al-Nassr de Arabia Saudí. "A veces nos da alguna charla", pronuncia con los ojos brillantes Mateo, jugador del CDE Valle Lebaniego, que para entrenar con la selección cántabra realiza el trayecto de hora y media de ida y de vuelta. "Lo hago contento porque es para jugar al fútbol, al final pasas la tarde y te lo pasas bien entrenando. Cuando al principio me llamaban era la ilusión más grande que tenía y he podido llegar hasta aquí. Y en el trayecto intento descansar porque llego tarde a casa", puntualiza.

Su entrenador, José Febrero, reconoce que su caso "tiene un gran mérito, tanto él como su familia. Es una zona que, además de estar lejos, tiene difícil acceso, con poca población, con lo cual juntar a 20 jugadores de la misma edad en una zona rural es complicado, y donde está, en los Picos de Europa, que de otras regiones vayan a ir a jugar es difícil. En Cantabria se le tiene mucho cariño al CDE Valle Lebaniego por la dificultad que tienen y el trabajo que conlleva tener un club tan separado de las ciudades. Ojalá Mateo o su hermano Pelayo, que también fue convocado para la fase anterior, puedan darle una alegría a todos sus vecinos porque sabemos que para ellos son importantes".

De Potes, "un municipio que no cambiaría por nada porque es un lugar único" en palabras de Mateo, también es Álvaro González, futbolista profesional que da nombre al campo en el que juegan y que se ha convertido en un ejemplo a seguir. El defensa, con 13 años, se incorporó a la disciplina del Racing de Santander, militando luego en el Real Zaragoza, RCD Espanyol, Villarreal CF, Olympique de Marsella y actualmente en el Al-Nassr de Arabia Saudí.

"Álvaro González hizo el mismo camino, igual que otros jugadores que estuvieron también en el Racing de Santander y la selección de Cantabria. Es una zona que tiene algo, ellos no tienen las comodidades de los chicos de ciudad, pero tienen esa raza y orgullo que cuando se junta con la calidad técnica que tienen, pues permite que aparezcan chicos de cualquier lado", reconoce José, satisfecho de poder dar visibilidad a todos los chavales que se lo merecen lejos de las urbes. "Compaginar los horarios de la gente que trabaja en el mundo rural no es fácil, hay que valorar y felicitar a las familias por el esfuerzo que hacen", además de ser un ejemplo más de que "todos existen, de cualquier sitio puede salir un gran futbolista, que vengan a la selección les sirve para tener visibilidad, a sentirse un poco futbolistas porque son importantes en su pueblo".

Con 15 años, Mateo persigue un sueño, quién sabe si algún día podría relevar a su paisano Álvaro González en la élite, pero de momento sigue sus pasos y está muy orgulloso de llevar el nombre de Potes por el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas.