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03 Abril 2020

MUSEO VIRTUAL (V) | El sabor especial de triunfar en unos JJOO

La historia del fútbol español está íntimamente ligada a los Juegos Olímpicos. Por eso el Museo de la Selección no se olvida de que tres de los éxitos del equipo nacional (un oro y dos platas) tuvieron como escenario una cita olímpica

En unos JJOO nació la selección: fue en Amberes 1920. En un torneo que acabó resultando épico, España forjó su leyenda. La de un equipo que nunca se rendía al desaliento y que ponía toda el alma en cada jugada. De tierras belgas la selección de Pichichi, Belauste, Samitier, Alcántara o Zamora trajo una medalla de plata y una imagen icónica, la de ser el equipo de la “furia”.  


El oro olímpico lo conquistó España en los emblemáticos JJOO de Barcelona 1992.
 
La sequía de triunfos de la Selección la rompió el equipo de Vicente Miera. Fue una calurosa noche, la del 8 de agosto, cuando España, dirigida magistralmente por Guardiola, se plantó en la final ante Polonia tras ganar brillantemente a Colombia por 4-0, a Egipto y Catar por 2-0 y en cuartos a Italia por 1-0 (con tanto de Kiko). En semifinales se impuso a Ghana por 2 a 0. La Selección llegó a la final del Camp Nou ante Polonia sin encajar ni un solo tanto: invicta e imbatida.


Ese encuentro empezó mal debido a que los polacos se adelantaron en el marcador. Luego Abelardo igualó el partido tras rematar un centro de Guardiola y entonces apareció Kiko, quien primero adelantó a la Selección (2-1) y, a segundos del final, evitó con otro gol la prórroga (3-2) dando así la medalla de oro a España.

La última medalla tuvo como escenario los JJOO de Sídney 2000 que significaron, a la postre, la segunda medalla de plata para un equipo español de fútbol en unos Juegos.

Una magnífica generación de futbolistas, con cuatro futuros campeones del mundo en Sudáfrica 2010 (Carlos Marchena, Joan Capdevila, Carles Puyol y Xavi Hernández), se transformaron en uno de los pilares de aquel éxito.

En la final ante el Camerún de Samuel Eto’o, el equipo de Iñaki Sáez se adelantó en el marcador con un gol de Xavi. En un partido tenso, España aguantó el ritmo de los africanos y marcó el segundo tanto, obra de Gabri, antes del descanso. La segunda mitad se complicó: fueron expulsados el sevillano José Mari y el propio Gabri y los africanos no solo empataron sino que se llevaron el oro en la tanda de penaltis.
 

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