Pablo Alfaro: “La formación y el reciclaje son fundamentales en cualquier ámbito de la vida, también en el fútbol”

A Pablo Alfaro le tira el césped, por eso, después de desempeñar otras funciones tras finalizar su etapa como futbolista, es entrenador, rol que ejerce actualmente en el CD San Fernando que milita en la Primera Federación. Su experiencia y conocimientos le han llevado a ser uno de los ponentes del ‘IV Curso Superior Universitario de Director Deportivo en Fútbol’ que organiza la Real Federación Española de Fútbol y la Universidad Rey Juan Carlos, focalizando su exposición en las ‘Nuevas estructuras y competencias de las entidades deportivas profesionales en el S. XXI’.

“En un club las estrellas son los futbolistas, pero luego hay tres rostros que suelen ser los transmisores del mensaje corporativo que el club quiere lanzar: el presidente, el director deportivo y el entrenador”, afirmó Pablo Alfaro, antes de hacer hincapié en la idea de que los clubes “somos una fábrica de emociones con independencia de la categoría en que estén”.

¿En qué han cambiado las funciones y los roles de las personas que integran una Dirección Deportiva?

Está evolucionando y va evolucionando a marchas forzadas, al final formamos parte de una gran industria que es el fútbol y somos una fábrica de emociones, generamos emociones y vivimos de generarlas con nuestro trabajo, con nuestra dedicación y con nuestro método compitiendo contra otras empresas que también generan emociones. Esta es la grandeza de nuestro mundo y para eso hay que estar preparado. No se generan igual que hace unos años, todo va a una velocidad importante y hay que estar siempre con los ojos abiertos porque hay gente que también lo hace muy bien y es cuestión de fijarse siempre y admirarlo.

Ha hecho referencias en su exposición a que hay unas necesidades distintas a las de su etapa como futbolista y que deben tratar de que estén centrados únicamente en el juego. ¿Qué aspectos principales destacaría?

La esencia es que los jugadores, que son las estrellas de este negocio como debe de ser, tengan unos periodos de adaptación a sus clubes y a los entornos muy rápidos, que se sientan atendidos, pero no convertirte en esclavos de ellos. Para mí esa es la palabra fundamental. Siempre tenemos la tendencia natural a que, como me ayudan mucho, ya pido hasta que me hagan la compra en el supermercado. Hay que decirles dónde está el supermercado, hay que llevarlos hasta la puerta, pero a partir de ahí eres tú y esa autonomía la tienen que seguir teniendo los jugadores. Debemos adaptarnos rápido, saber que somos productos que tenemos que lograr una rentabilidad y tener muy en cuenta el aspecto humano, porque para que el producto rente el aspecto humano va por encima.

¿Por qué es tan importante la formación?

Sin formación duras muy poco, es fundamental tanto la formación como el reciclaje, pero en todos los aspectos de la vida. Hace unos años un carpintero ya no trabaja con las mismas herramientas y maquinaria que ahora, los muebles ya no se hacen igual, y uno podía ser muy bueno hace unos años, pero como no te adaptes a las situaciones de hoy dejas de ser bueno. En el fútbol siempre decimos que está todo inventado y es una gran mentira, esto evoluciona rápido y hay que estar atento.

¿En qué rol dentro del fútbol se encuentra más cómodo?

En el más cómodo y en el que quería ser de niño es el de jugador, ese es el más bonito de esta profesión, cuando por imperativos de la edad ya no puedes, porque otros son más rápidos y fuertes que tú, a mí en particular me sigue tirando el césped. O te sigues poniendo el chándal o te pones la corbata y te vas a la oficina. ¿Puede ser que en un futuro lo haga? Pues puede ser, pero todavía sigo teniendo fuerza para estar cerca del césped y transmitir todo lo bueno que podemos transmitir, evolucionar y ser cada vez un poco mejores.