Toni Ordinas: “Todas las ideas son válidas y pueden llegar a éxito cuando entrenas en el extranjero siempre que seas flexible para adaptarte al contexto”

Nacido en Lloseta (Palma de Mallorca), Toni Ordinas puso rumbo a Noruega en 2013 para dirigir al Stabaek IF, con el que se proclamó campeón. Ya son diez años trabajando en un país exportador de talento futbolístico, una etapa en la que ha alternado la dirección técnica de clubes profesionales con el fútbol formativo, siendo actualmente el director de fútbol base en el Lillestrom SK. En este periodo ha recibido varios galardones, entre ellos el ‘Premio a la Innovación’ por su plan de academias en 2020 o el ’Premio al Mejor Fútbol Formativo de Noruega’ en 2017. Toni ha sido uno de los ponentes en el ‘Curso Superior Universitario de Director Deportivo en Fútbol’ organizado por la Real Federación Española de Fútbol con una charla muy enriquecedora titulada ‘Dirección y gestión del fútbol formativo: caso de estudio Lillestrom SK’.

¿Qué diferencias detecta que hay entre Noruega y España a nivel futbolístico?

La principal diferencia es que estamos hablando de un país que apenas llega a los seis millones de habitantes, equiparándolo con España podíamos hacer referencia a la Comunidad Valenciana más o menos, y de un “producto” como industria dedicada fundamentalmente a la exportación, trabajamos para lograr vender al jugador, cuando aquí en España si podemos compramos. Eso ya determina, de entrada, una filosofía muy diferente.

Tenemos muy poco talento, porque la población es muy limitada, tenemos hándicaps muy fuertes como la climatología que te condiciona incluso el calendario de cuándo y cómo puedes jugar, y al final hay una idea muy clara que es conseguir el producto final, que es el jugador. Es cierto que existe una cultura de trabajo conjunta entre clubes muchísimo más fuerte, allí es normal y forma parte de nuestro calendario de trabajo que los clubes profesionales nos sentemos, compartamos ideas y pensemos juntos cómo podemos mejorar. Eso es quizás impensable aquí actualmente. Y no es casualidad que, si miramos la trayectoria del fútbol noruego tanto a nivel de selecciones nacionales como de clubes, en los últimos diez años veamos una clara mejoría.

Hay talento y es un campeonato que cada vez recibe más atención por parte de los clubes más potentes de Europa, ¿es sinónimo de que se está trabajando bien en la base?

El futbolista noruego está siendo cada vez más atractivo, ha habido un cambio de perfil, el jugador escandinavo o noruego que conocíamos hace 15 años era el del típico central que iba bien de cabeza, fuerte… era difícil encontrar un mediapunta o un delantero. En la actualidad siguen siendo fuertes físicamente porque hay una cultura de trabajo y de entrenamiento muy fuerte, pero también la calidad técnica y táctica del jugador o jugadora noruega está cambiando para bien.

Aparte hay un factor clave, Noruega fue uno de los primeros países en implementar la clasificación de academias mediante una evaluación externa. Todos los clubes profesionales, desde hace 9 años, estamos sujetos a una evaluación externa y en función de la calidad de los procesos, de la calidad de los planes de trabajo, de cuánta gente tenemos a jornada completa, recibimos un dinero como compensación. Por lo tanto, existe una cultura muy fuerte de invertir en el fútbol formativo, tanto masculino como femenino, que está dando resultados.

¿En qué pueden influir futbolistas como Erling Haaland para que los niños quieran jugar más al fútbol desde pequeños?

El fútbol sigue siendo el deporte número uno en Noruega, quizás desde nuestra óptica lo conocemos más por deportes individuales de invierno donde ellos son dominantes y campeones del mundo. Ahora mismo, en una de las competiciones de mayor trascendencia a nivel mundial como es la Premier League, tener a dos de los jugadores más deslumbrantes, como pueden ser Martin Odegaard o Erling Haaland, significa mucho. Y también ocurre en el fútbol femenino, con varias jugadoras noruegas de máximo nivel mundial, como Carolina Graham, Ada Hegerberg… Seas del club que seas la gente se enorgullece cuando deportistas o futbolistas noruegos y noruegas consiguen esos éxitos individuales.

¿Qué consejos le da a los alumnos del Curso de Director Deportivo de cara a exportar sus conocimientos a otros países?

La palabra mágica es “contexto”, creo que las ideas que uno tiene en cuanto a gestión de club, en cuanto a implementación de modelos de trabajo e incluso a nivel más táctico de modelos de juego deben empezar por el contexto. Cuando vas a trabajar fuera puedes llevar una parte de tus ideas, pero necesitas sí o sí entender el contexto y adaptarte. Hay una parte de adaptación importante. Todas las ideas son válidas, todas pueden llegar a éxito siempre que seas lo suficientemente inteligente y flexible para adaptarte para sacar lo mejor del contexto en el que va a estar.

¿Cómo se considera desde el exterior la formación de los entrenadores en España?

El nivel de formación del entrenador español es top mundial. Cuando estás fuera, como es mi caso, viajando mucho y viendo muchos contextos de fútbol, te das cuenta que el nivel de formación del entrenador español es de lo mejor del mundo. Creo, además, que cursos como este de Director Deportivo desde la RFEF están dando una especialización que es, quizás, la clave del futuro. No hay ningún club profesional que busque un generalista, ya no basta con tener la Licencia UEFA, ¿en qué área aportas valor? Hoy en día debemos aportar valor y es un acierto la organización de los cursos que realiza la RFEF.

Ya lleva allí diez años, ¿cómo valora su experiencia?

La experiencia la valoro muy bien tanto a nivel personal como profesional, aprendes que el mundo está lleno de oportunidades, esto es importante que sepan los alumnos. A veces estamos con el foco muy determinado de que aquí en España… pero el mundo es muy grande, la industria del fútbol es muy grande y potente, existen múltiples oportunidades de trabajo fuera de España, es importante manejar idiomas, pero el aprendizaje de ver otro fútbol, otra manera de hacer y de pensar, y personalmente he crecido profesionalmente.