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PREVIA | Una final para cerrar el círculo

  • Saúl Ramos
La Selección Sub-20 lucha este viernes frente a Japón convertirse en la primer equipo femenino en levantar la Copa del Mundo para España
El 24 de agosto de 2018 será ya siempre un día histórico para el fútbol femenino español y 90 minutos -quizá también con prórroga y penaltis- puede convertir además la jornada de este viernes en eterna.

Eterna porque un grupo de 21 jugadoras se disponen a intentar poner a España entre la aristocracia de países que pueden presumir de haber conquistado un Mundial.

En esta categoría sólo Estados Unidos (tres veces), Alemania (tres veces) y Corea del Norte (dos) lo han logrado hasta la fecha, mientras que otras potencias como Francia, Noruega, Corea del Sur y la misma Japón saben ya lo que es levantar una Copa del Mundo.

Pero más allá del frío palmarés, en el que España busca por fin su sitio, el encuentro contra las japonesas en Vannes (19:30 hora peninsular española con retransmisión en directo de Gol y Eurosport) supone cerrar varios círculos concéntricos dentro del círculo virtuoso general que supondría un triunfo de la Selección.

Con 12 goles en 5 partidos, Japón es junto a Inglaterra el equipo más goleador del Mundial, pero se quedó a cero en el duelo contra España de la fase de grupos


A nivel del presente Mundial, España tiene que imponerse a la todopoderosa Japón después de superar a las niponas en fase de grupos y apear a un combinado sudamericano (Paraguay), a otro norteamericano (Estados Unidos), al mejor equipo africano (Nigeria), así como a las anfitrionas y europeas francesas.  

Otro círculo es el que cierran el póquer de futbolistas españolas -Carmen Menayo, Maite Oroz, Patrica Guijarro y Aitana Bonmatí- al enfrentarse de nuevo en una finalísima de una Copa del Mundo a Japón, país que se llevó hace cuatro años contra la Selección el entorchado Sub-17 en Costa Rica y en el que repiten también media docena de futbolistas niponas de las que estuvieron en aquella final.

Y por último, el círculo de la solidaridad -tal y como forma el grupo antes de los partidos- en un equipo que ha ido perdiendo efectivos conforme transcurría el campeonato (la lesión de Ona Batlle, la sanción a Aitana Bonmatí en semifinales, la baja de Lucía García) y que sin embargo ha seguido adelante a pesar de las dificultades para disponer de esta gran oportunidad.

Círculos como los de un anillo para casar a esta extraordinaria generación de futbolistas con la posteridad, frente a una Japón plena de talento, pegada (12 goles hasta ahora), orden táctico y ganas de tomarse la revancha del anterior envite de la fase de grupos, el único del torneo en el que las de Ikeda Futoshi se quedaron sin marcar. 

Suceda lo que suceda ya será un triunfo estar en disposición de pelear sobre el verde del estadio de La Rabine. Como Luis Aragonés solía afirmar "las finales no se juegan, se ganan". Esta además queremos ganarla entre todos y por ellas.

Foto: Getty / fifa.com