Unas campeonas Sub-20 bañadas en plata y en el cariño de los aficionados
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2018 pasará a la historia como el año en que España disputó su primera final de un Campeonato de Mundo Sub-20 femenino
Más allá del resultado, el propio diccionario de la RAE define en se segunda acepción el término campeona como "persona que defiende esforzadamente una causa" y a tenor de la hazaña conseguida el pasado verano por las internacionales Sub-20 en el Mundial de Francia, el grupo de jugadoras a las órdenes de Pedro López se hizo merecedor con creces de ese título, pese a colgarse la plata.
Campeonas que por primera vez lograban llevar a España a la finalísima de una Copa del Mundo Sub-20 femenina y porque en pleno agosto conseguían enamorar a todo un país, protagonizando portadas de periódicos, abriendo informativos y llevando la pasión por el fútbol a todos los rincones del país.
Un equipo que en su columna vertebral venía de conquistar el año anterior el Europeo Sub-19 con futbolistas de la talla de Carmen Menayo, Lucía Rodríguez, Damaris Egurrola, Maite Oroz o Patricia García, junto a aún más jóvenes valores de la talla de Cata Coll, Eva Navarro o la atacante Clàudia Pina, todas ellas finalmente vencedoras en el Mundial Sub-17 de finales de año.
La Selección Sub-20 firmaba en agosto un torneo ejemplar, superando a Paraguay en el inicio, antes de vencer a Japón -oro a la postre-, sufrir ante la todopoderosa Estados Unidos, apear a Nigeria y la anfitriona Francia y caer en la finalísima frente a las niponas con las trascendentales bajas de Ona Batlle y Lucía García por lesión además de Aitana Bonmatí a causa de una tarjeta roja vista en semifinales.
Pese a las ausencias, España mereció llevarse la final de Bretaña, pero el hecho de disputarla por primera vez en la categoría ya nos deja un 2018 histórico, con presencia en el palco y vestuario del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, audiencias millonarias en televisión y un cariñoso recibimiento en Madrid para unas genuinas campeonas llamadas a protagonizar el futuro de nuestro fútbol.
Campeonas que por primera vez lograban llevar a España a la finalísima de una Copa del Mundo Sub-20 femenina y porque en pleno agosto conseguían enamorar a todo un país, protagonizando portadas de periódicos, abriendo informativos y llevando la pasión por el fútbol a todos los rincones del país.
Un equipo que en su columna vertebral venía de conquistar el año anterior el Europeo Sub-19 con futbolistas de la talla de Carmen Menayo, Lucía Rodríguez, Damaris Egurrola, Maite Oroz o Patricia García, junto a aún más jóvenes valores de la talla de Cata Coll, Eva Navarro o la atacante Clàudia Pina, todas ellas finalmente vencedoras en el Mundial Sub-17 de finales de año.
La Selección Sub-20 firmaba en agosto un torneo ejemplar, superando a Paraguay en el inicio, antes de vencer a Japón -oro a la postre-, sufrir ante la todopoderosa Estados Unidos, apear a Nigeria y la anfitriona Francia y caer en la finalísima frente a las niponas con las trascendentales bajas de Ona Batlle y Lucía García por lesión además de Aitana Bonmatí a causa de una tarjeta roja vista en semifinales.
Pese a las ausencias, España mereció llevarse la final de Bretaña, pero el hecho de disputarla por primera vez en la categoría ya nos deja un 2018 histórico, con presencia en el palco y vestuario del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, audiencias millonarias en televisión y un cariñoso recibimiento en Madrid para unas genuinas campeonas llamadas a protagonizar el futuro de nuestro fútbol.