CRÓNICA | El Málaga CF se lleva la final de la Copa de Campeones tras imponerse al Sevilla FC en la tanda de penaltis

Los primeros compases de partido fueron fiel reflejo de la entidad del título que estaba en juego. Tanto Sevilla CF como Málaga FC intentaban poco a poco hacerse con el control del balón y acercarse, tímidamente en los primeros compases del encuentro, a la portería rival.

Fue el conjunto dirigido por Sergio Pellicer el que protagonizó las primeras ocasiones de peligro gracias a la amenazante dupla formada por Kuki Zalazar y Javi Ontiveros. Primero por medio de una pared que no llegó a culminarse entre ambos y minutos después el extremo marbellí intentó sin suerte repetir el golazo desde el medio del campo que sí consiguió marcar en la semifinal ante la UD Las Palmas.

Superada la media hora fue el Sevilla el que se acercó al gol gracias a la picaresca. Rubén Colmenero recibió un saque rápido de falta sorprendiendo a la zaga malacitana, lanzó cruzado desde dentro del área y a punto estuvo de superar a Samu.

Segundos antes del pitido arbitral, Nesyri tuvo la gran ocasión del primer periodo. Una jugada por la izquierda de Ontiveros llegó al delantero malaguista quien, solo en el área, no pudo superar a un sublime Juan Soriano.

Tras el paso por los vestuarios, el miedo a perder superó a las ganas de victoria y el encuentro se volvió más conservador. El espectáculo ofensivo de la primera parte se transformó en un duelo físico en el que ambos equipos también empataban.

Según avanzaban los minutos, Málaga y Sevilla se iban soltando de nuevo en ataque pero no encontraron la senda del gol en los 90 minutos reglamentarios, llegando a una prórroga que iba a ser de infarto.

En el tiempo extra, fue el Sevilla FC el que salió con más ímpetu al Municipal de Las Viñas. Fruto de esa energía renovada que dan los cambios, Adriano, que salió en le minuto 92' de partido por Miguel Martín, adelantó al equipo hispalense tras remachar a la red un rehace en el área.

Los de Sergio Pellicer no se dieron por vencidos y encontraron el premio a su esfuerzo a falta de 10 minutos para la conclusión de la final. Nesyri conectó un gran cabezado para llevar a la suerte de los 11 metros una final para el recuerdo.

Y ya en la fatídica tanda, el guardameta Samu se convirtió en protagonista al detener los dos primeros penaltis a los sevillistas y acercar un título que finalmente se materializó para los de la Costa del Sol con un 0-3 de marcador final desde los once metros.