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Jesús Navas, entre el tomate de Los Palacios y la ilusión de un niño

El andaluz, tras convertirse en el jugador de mayor edad en jugar con España, desvela los secretos de su asombrosa longevidad

 

La edad solo es un número, defiende Jesús Navas, desde este jueves convertido en el jugador más viejo en jugar con la camiseta de España. En este caso, la vejez no debe entenderse como algo peyorativo, en absoluto lo es, pues puede presumir el andaluz de competir al máximo nivel estando cerca de soplar las 38 velas. Esa fiesta llegará en noviembre, el 21 de ese mes, pero la fiesta buena fue la que vivió en Enschede durante el duelo ante Italia, unas semifinales cargadas de tensión y muy emotivas para el futbolista. Con 37 años y 207 días, queda como el internacional más veterano de la historia de la Selección. “Es muy bonito, estoy muy contento. Es un orgullo. La constancia y el trabajo tienen sus frutos y eso es muy bonito”, resume el protagonista de esta preciosa historia.

Navas se bautizó de rojo el 14 de noviembre de 2009 en un amistoso ante Argentina celebrado en el Calderón y desde entonces lleva ya 47 tardes con España. Fue campeón de Europa en 2008 y también bordó la estrella que luce el combinado nacional sobre su escudo, presente y protagonista en la final del Mundial ante Países Bajos en Johannesburgo. Ahora, reconvertido con el paso de los tiempos a lateral, se suma a este grupo que puede volver a festejar un título con esta UEFA Nations League. “Estoy muy orgulloso. Estar aquí es lo máximo, poder disfrutar de la Selección y las ganas que tengo… Eso es lo más importante”.

Se vacía en cada sesión como si fuera un niño, el primero en dejarse el alma cuando juega con España porque nada es comparable a esa sensación. “Yo trabajo en el Sevilla para poder llegar aquí. Cada entrenamiento, cada partido… Es lo más”, insiste. No hay más secreto que ese, el de la constancia y la ilusión por mantenerse en la elite nacional. “Seguir disfrutando al máximo de lo que te gusta, eso es lo que hago. Es las ganas de darlo de todo, de disfrutar y de seguir consiguiendo éxitos. Conseguir cosas importantes para mi Selección y mi país es un orgullo muy grande”

Estos días comparte confidencias con Fabián y con Gavi, los tres de Los Palacios y Villafranca, una localidad que no deja de producir estrellas del balón como ellos. Para Navas, esta coincidencia tiene un secreto muy peculiar. “Es muy bonito, un orgullo para nosotros y para el pueblo. Dicen que el tomate de los Palacios es la clave”, dice medio en broma medio en serio.

Es el más veterano, voz autorizada para un equipo que tiene también a muchos jóvenes y a un entrenador experimentado como Luis de la Fuente, del que Navas habla muy bien. “Le conozco desde hace casi 20 años. Estoy muy contento de volverlo a ver y de disfrutar juntos de una victoria como la de ayer. Se lo merece porque está trabajando muy bien y con mucha ilusión. Es un entrenador que sacaba lo mejor de nosotros, sacaba lo máximo de nosotros, con la máxima ilusión, y la mantiene viva”.

España, tras el triunfo merecido ante Italia, está a un pasito de volver a celebrar por todo lo alto, pero antes queda una batalla durísima ante Croacia en la final del domingo en Róterdam (20.45 horas). “Siempre es un rival difícil, siempre llega muy lejos. Tenemos que salir preparados para hacer un partido intenso y salir con todas las ganas del mundo”, dice. Como las que tiene él con sus 37 años largos. Pero, dicho está, la edad, en su caso, solo es un número, pues se comporta con la misma energía que la de un juvenil.