Después de la estupenda goleada ante Chipre en el Nuevo Los Cármenes, sensacional esta ventana de septiembre con dos resultados que refuerzan la idea de España, Luis de la Fuente se sentó ante los periodistas y, destacando como siempre al colectivo por encima de las individuales, se detuvo en Lamine Yamal cuando le preguntaron por el chico. Es entendible que un fenómeno así acapare titulares y el técnico es generoso con el piropo, pero también consecuente con su discurso ya que se está hablando de un futbolista de 16 años.
“Lamine tiene esas cosas, esos chispazos... Puede hacer cosas muy importantes en el fútbol siempre que sea humilde y tenga los pies en el suelo”, expuso De la Fuente en la sala de prensa del feudo nazarí. “Este tipo de futbolistas con esa genialidad son diferentes. Los procesos son más rápidos porque van siempre un pasito por delante. Tenemos que ser prudentes, protegerle, cuidarle y formarle. Tiene un potencial tremendo, pero seguro que atravesará por picos que habrá que comprender y debe estar preparado para esos momentos menos buenos”.
El de ahora es excelente y lo demostró en Granada, siendo el titular más joven de la historia de España (16 años y 61 días) después de su bautismo triunfal en Tiflis entrando desde el banquillo cuatro días antes. Participó con criterio, demostró que tiene una enorme capacidad para entender todos los partidos y deleitó con jugadas de clase mundial. Ya es un futbolista de presente, pero su futuro pinta aún mucho mejor.