Clàudia Pons maneja de víspera el nerviosismo de las diez jugadoras españolas antes del debut olímpico, un hecho histórico en este deporte, frente a Bolivia (domingo, 19 horas). No es fácil concentrar al equipo y mentalizar a las juveniles de lo que les viene encima. "Es una gran responsabilidad para todas, sienten esa presión, saben de la importancia de esto. Cuando estemos en pista, todo va a fluir. Somos conscientes de que somos unas privilegiadas", traslada antes de pasar al comedor.

"Ya tenemos ganas de empezar a competir. Necesitamos que llegue el día, creo que estamos preparadas", lanza. Hay un punto de inquietud por "los nervios del primer partido y no tener mucha información del rival. Hay un punto de intriga de ver cómo será todo esto", argumenta. Tiene a sus diez jugadoras disponibles, ya que la cierre Càrol ha superado unas molestias.

El cuerpo técnico ha decidido no llevar a las jugadoras a la ceremonia de apertura en el Obelisco porque había que estar más de tres horas de pie y mañana hay que madrugar para el partido

Precisamente, para llegar lo más frescas posibles a la cita, el cuerpo técnico ha tomado la decisión de no acudir esta tarde-noche a la ceremonia de apertura en el Obelisco. "Había que estar más de tres horas de pie, llegar tarde a la villa y mañana tenemos que madrugar, hay que coger el autobús para ir a Tecnópolis a las once de la mañana", justifica.  "Es mejr que descansen, para que lleguen en mejores condiciones".

"Todo esto es muy diferente a lo que estamos acostumbradas, es un contexto diferente del día a día, conviven con tantos deportistas con lo que conlleva, es difícil mantener el punto de concentración exigido. Eso nos lo dará la competición", concluye Clàudia Pons, que se estrena con la olímpica después de su exitoso debut con la Absoluta en el Preeuropeo.