Ambas selecciones, rivales habituales en grandes ocasiones, respondieron a lo esperado, ritmo eléctrico e intensidad en cada acción.

Se adelantó España por medio de Ampi, quien batió a Natalia Silva de fuerte disparo tras un saque de córner. Pero el gol no cambió el juego, sin que ninguna de las selecciones impusiera el suyo. Al contrario, el balón iba de una a otra portería con calidad, la misma con la que respondían las defensas para neutralizar las ocasiones.

Quien acertó de nuevo a marcar fue Ampi, finalizando en boca de gol una rápida transición. Las lusas reaccionaron y dos minutos después Janice Silva acortó distancias, finalizando a la perfección una contra. Dos más tarde, Consuelo establecía el tres a uno finalizando de cabeza un contragolpe de España.

Al poco de iniciarse el segundo periodo, Catia Morgado marcó el segundo para Portugal, dejando claras sus aspiraciones, lo cual confirmó en los minutos siguientes, poniendo a prueba a Silvia.
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Portugal necesitaba ganar y creía en sus posibilidades, mientras que la selección buscaba asegurar su juego, pero le costaba crear porque la presión de las lusas era asfixiante. A falta de dos minutos para el final, Portugal pasó a jugar de cinco. El conjunto nacional respondió defendiendo muy bien, provocando una falta en la que Amelia lograría el cuarto para España al transformar el lanzamiento, estableciendo el 4-2 definitivo y dando el título al invicto combinado español.