Pontevedra debe su nombre al primer puente que se construyó en la época romana para salvar el río Lérez y la ría pontevedresa. Un topónimo que ha servido de inspiración para que la Selección española Sub-21 tendiese un puente hacia el próximo Campeonato de Europa de la categoría. Sólo queda un obstáculo que salvar, la repesca que se sorteará el próximo viernes 14 de octubre en Nyon.

La Selección mostró sobre el tapete desde el pitido inicial sus intenciones en la tarde-noche gallega. En los 15 primeros minutos de partido Marco Asensio, Oliver Torres, Héctor Bellerín e Iñaki Williams, que estrelló un balón en la madera, estuvieron muy cerca de adelantar al conjunto nacional.

Poco más de media hora tardaron los estonios en aguantar el asedio español. Tras un infinidad de ocasiones, llegaron los goles con apenas dos minutos de margen. El primero del gallego Denis Suárez con la izquierda tras una dejada de cabeza siendo profeta en su tierra y el segundo por medio de un zurdazo no menos bueno de Marco Asensio desde la frontal del área.

Tras el paso por los vestuarios, España siguió dominando el juego gracias a su juego asociativo y sin pasar aprietos atrás una zaga muy solvente. La Selección hacía sus deberes pero en Suecia, el combinado local goleaba a Croacia, condenando a los de Albert Celades a la repesca salvo milagro croata.

El milagro del equipo balcánico no se produjo pero la Selección española Sub-21 siguió haciendo su partido y amplió el marcador hasta el 5-0 gracias a un gran gol de Munir El Haddadi de disparo cruzado, un trayazo a la escuadra de Marco Asensio y un último gol de Munir tras una gran asistencia de un hiperactivo Gayà que sirvió para poner la rúbrica a un gran encuentro por parte del combinado nacional.

Con este resultado, el combinado nacional consigue la segunda plaza en su grupo de clasificación y tendrá que disputar una repesca el próximo mes de noviembre para conseguir una plaza en el próximo Campeonato de Europa de la categoría que se jugará en Polonia.