Japón apartó a España de la final olímpica. Lo hizo con justicia en un partido en el que supo maniatar a las jugadoras de Clàudia Pons, que no supieron cómo hincar el diente a un adversario muy compacto. Fue un final muy duro para las españolas, que se pusieron 2-3 a once segundos del final, ya tarde. Toca reponerse para ganar el bronce a Bolivia, vapuleada por Portugal y a la que España venció 8-2 en la primera fase. Las lágrimas de las jugadoras por la tristeza de esta derrota deben quedar para el recuerdo. De las derrotas se aprende. 

Como se presumía, Japón planteó un partido muy complicado a España. Muy bien cerrado, el equipo nipón jugaba a que las hispanas se confundiesen para lanzarse a la contra. Las chicas de Clàudia Pons no encontraban la manera de hincar el diente a un rival que no le permitía meterse en ritmo. Tener a tres jugadoras con molestias, Èlia, Cárol y Antía, tampoco ayudaba a jugar con brío.

Exceptuando una clara ocasión de Yarima, que no acertò a empujar un balón de oro de Noe, España no amenazó a su rival en el primer cuarto de hora. Y Japón se creció. De hecho, disfrutó de dos ocasiones claras de su capitana, Yokoyama. Pero ahí estaba Muni para frenar el ímpetu asiático. La semifinal se podia decidir por un detalle. Y ahí apareció la inspirada Noe, que en una acción de banda se sacó un zurdazo inapelable desde lejos. La alcarreña, como durante gran parte del torneo, tiraba del carro.

Debía suponer un halo de tranquilidad para España e inquietud en el bando asiático. Sin embargo, Japón igualó a los dos minutos de la reanudación con un tanto de Maeda. Una pérdida de Noe supuso el 1-2 de Oino, que se convertiría en la heroína del encuentro, al hacer también el 1-3 en un disparo que Muni no acertó a sacarse de encima.

Quedaban algo más de siete minutos y España intentó dar la vuelta al partido con Martita de portera-jugadora. Antía, que tiró del carro, estampó el 2-3 contra el poste y el gol de Noe llegó demasiado tarde. Una lástima quedarse sin el gran sueño olímpico, pero toca dar la talla en la consolación.

España estuvo apoyada en la grada por la ex judoca Isabel Fernández, vicepresidenta del COE, acompañada por Cayetano Cornet, jefe de misión del organismo en estos Juegos, y Chema Bellçón, jefe de prensa.