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Con la Selección Sub-20 masculina y el combinado nacional Sub-19 femenino inmerso en la pelea del COTIF 2019, es momento de recordar el primer gran éxito de nuestro equipo en el prestigioso Torneo de L'Alcúdia
Ante Argentina y con un tanto de Iván Calero. Así ganó la Selección española de fútbol Sub-19 su primer torneo de COTIF en el año 2013.
Invicto durante todo el campeonato (cinco victorias en cinco encuentros), el grupo de Luis de la Fuente consiguió el título sobre el césped del Estadi Els Arcs de L'Alcúdia al imponerse al conjunto de Humberto Grondona en una final apasionante e igualada (1-0) que sirvió de revancha para el combinado nacional (la temporada pasada habían caído ante los argentinos por 2-0).
El equipo, formado de inicio por Remiro, Sáez, Calero, Fernández, Ramírez, Sánchez, Alejo, Marín, Hermoso, León y Tendillo, logró desbaratar la calidad individual de la albiceleste, personificada en las figuras de Tomás Martínez y Francisco Di Franco, gracias un juego de posesión que hizo disfrutar a los aficionados allí presentes. Con Santiago, Pino y Oteo (los cambios del técnico español) ya en liza, la Selección española certificó su gran noche con el gol de Iván Calero, protagonista en los minutos finales al picar el balón con una preciosa vaselina.
Aquella victoria, aún en el recuerdo, permitió a España adjudicarse un torneo que se le había resistido en cinco ocasiones.
Invicto durante todo el campeonato (cinco victorias en cinco encuentros), el grupo de Luis de la Fuente consiguió el título sobre el césped del Estadi Els Arcs de L'Alcúdia al imponerse al conjunto de Humberto Grondona en una final apasionante e igualada (1-0) que sirvió de revancha para el combinado nacional (la temporada pasada habían caído ante los argentinos por 2-0).
El equipo, formado de inicio por Remiro, Sáez, Calero, Fernández, Ramírez, Sánchez, Alejo, Marín, Hermoso, León y Tendillo, logró desbaratar la calidad individual de la albiceleste, personificada en las figuras de Tomás Martínez y Francisco Di Franco, gracias un juego de posesión que hizo disfrutar a los aficionados allí presentes. Con Santiago, Pino y Oteo (los cambios del técnico español) ya en liza, la Selección española certificó su gran noche con el gol de Iván Calero, protagonista en los minutos finales al picar el balón con una preciosa vaselina.
Aquella victoria, aún en el recuerdo, permitió a España adjudicarse un torneo que se le había resistido en cinco ocasiones.