España extrajo una gran lección en el primer amistoso ante Portugal: hay que salir muy puesta para batir a las lusas. La selección de Clàudia Pons tiene talento y genio de sobra para vencer a su gran rival en la Eurocopa y, con una enorme segunda mitad, llena de inteligencia, arrestos y talento, dio la vuelta a un marcador que se había puesto muy crudo al descanso. Dos goles de Mayte Mateo dibujaron un 4-3 final en Los Realejos con una revancha pendiente en 24 horas en Granadilla. Es más que evidente que no hay amistosos entre ambos combinados. Portugal tiene todo el físico del mundo y España un nivel técnico superior. 

El comienzo del partido fue muy extraño. Golpeó en el primer minuto Peque, al aprovechar un robo de balón alto de Vanessa Sotelo, que regresaba después de dos concentraciones sin jugar por lesión. Sin embargo, Carla Vanessa fusilaba de cerca a Silvia en una pelota suelta tras saque de banda. España mandaba, disfrutó de dos ocasiones de Irene Samper, pero Portugal estaba con el colmillo afilado en las transiciones.

Fifó, el diamante portugués que ganó con autoridad los Juegos Olímpicos de la Juventud, hizo el 1-2 después de una meteórica salida de presión. Definió con la izquierda al segundo palo. Las de Clàudia Pons perdieron el sitio y Rute Duarte aumentó la distancia con un fulgurante contragolpe montado por Sara Ferreira. La entrenadora española lo vio negro y pidió tiempo muerto.

España encontró en su capitana, Anita Luján, a una líder en el juego y trenzó junto a Ampi el 2-3 de Consu antes del descanso, muy celebrado por la jugadora del Jimbee Roldan 

España, liderada por Anita Luján, levantó la cabeza. La capitana sacó una gran diagonal a Mayte Mateo, que se topó con la portera Natalina Silva. El 2-3 fue un auténtico golazo. Luján lanzó con una picadita de exterior a Ampi y la andaluza halló a Consu en el área. Gol y gesto de rabia de la jugadora del Jimbee Roldán. De seguido, Melli rozó el 3-3 en una clara opción, pero Portugal llegaba con ventaja al descanso.

Había que poner fuego en los ojos, pasión. Hubo regañina en la caseta. España no se podía permitir una salida a medio gas. Y se puso a ello. Después de que Silvia desviase dos bombas de Carla Vanessa, las locales cogieron el centro de operaciones y mandaron ya sin problemas.

Amelia, gran pasadora como es, sacó brillo a la estrategia. Encontró a Mayte Mateo en el área, que haría el 3-3 con el alma. Poco después, Anita lanzaría en carrera a la cierre murciana para con su tanto de la victoria llevar el éxtasis al pabellón de Los Realejos. Portugal jugó de cinco en los últimos dos minutos y tuvo una bala con Inés Fernández. El pitido final supo a gloria: la primera batalla moral para la Euro está ganada.