"Sigue Gabriel Alonso con la pelota, envía un centro largo para Gaínza que cede de cabeza a Zarra y ¡gol de España!". Aún resuena la voz radiofónica de Matías Prats narrando desde Rio de Janeiro el tanto que colocaba a la Selección por primera vez entre los cuatro mejores de un Campeonato del Mundo, allá por 1950.
La victoria ante Inglaterra en Maracaná le reservó al protagonista de aquella diana un hueco en la posteridad, pese a que el vizcaíno Telmo Zarraonandia Montoya nunca supo cómo fue capaz de dar ese sutil golpe por encima del cuerpo del guardameta Bert Williams: "no sé si la di con la caña o la rodilla, pero supe que era gol", reconocería mucho tiempo después este ariete demoledor, con un portentoso remate de cabeza (decían que su testa era la mejor de Europa, después de la de Churchill) y poco dado a florituras como la que le haría pasar a la historia.
Nacido el 20 de enero de 1921 en Erandio, una localidad perteneciente al gran Bilbao, e hijo del jefe de la estación ferroviaria de la localidad, Zarra forjaría su juego desde niño gracias a los balones que le proporcionarían sus hermanos Tomás y Domingo, ambos futbolistas.
Llegaría al deporte del balompié sin embargo pese a la inicial reticencia paterna y con la poca convicción de compañeros y amigos que le apodaron Telmito el miedoso por su carácter tímido y reservado junto a lo precavido de sus acciones en el campo, siempre preocupado por evitar lesiones o choques innecesarios.
Después de jugar en varios clubes locales, con 19 años llegaría al Athletic donde desarrollaría casi toda su vida deportiva, formando parte de un legendario equipo con delantera recordada aún de memoria por los leones junto a Iriondo, Panizo y Piru Gaínza con quienes compartiría vestuario hasta mediados de los 50 cuando decidió concluir su carrera en el Indauchu y el Baracaldo de Segunda división.
En 1945 vestiría por primera vez la camiseta de la Selección en un amistoso frente a Portugal en Lisboa contra los que anotaría sus dos primeros tantos como internacional en la devolución de la visita lusa en La Coruña.
Fueron el primer par de un total de veinte goles en otros tantos encuentros con España; uno por partido en una media que con ese número de compromisos nadie ha igualado hasta la fecha.
Su consagración no obstante llegaría en el inolvidable Mundial de Brasil ´50 durante el que jugó los seis duelos que catapultarían a la Selección hasta el cuarto puesto (una marca sólo superada con el título de Sudáfrica) con póquer de goles incluido el marcado a Inglaterra en Maracaná.
Telmo Zarra, que nos dejaría hace casi siete años después de sufrir un infarto, fue homenajeado en su querido San Mamés en 1997 con un partido entre el Athletic de Bilbao y un combinado de futbolistas de Primera división dirigido por el entonces Seleccionador Javier Clemente. Junto a ellos una pléyade de históricos jugadores como Ladislao Kubala, Alfredo Di Stéfano, José María Maguregui... y Bert Williams, aquel portero inglés que no pudo evitar su famoso tanto. Fue el emotivo encuentro del guardameta con un inolvidable delantero que este 20 de enero cumpliría 93 años.