El curriculum de Bores habla por sí mismo: Es preparador físico de la Selección española de Fútbol Sala desde el año 2008, con la que ha conseguido grandes éxitos, entre los que se encuentran dos campeonatos de Europa, en Hungría y en Croacia, así como el subcampeonato del mundo el pasado año en Tailandia.

Bores asegura que es un error creer, como muchos creen, que el fútbol y el fútbol sala son lo mismo: "Se trata de dos deportes diferentes por las dimensiones del terreno y porque en el fútbol sala no hay especificidad en los puestos, salvo los porteros".

Además, hay que tener en cuenta que "la superficie también tiene mucha importancia. No es lo mismo jugar en parqué que en hierba natural. Eso condiciona las características del juego y del propio deportista".

El preparador físico subraya además que el fútbol sala es un "deporte intermitente, donde existen numerosos cambios. El jugador sabe que puede salir y en cuatro minutos tener muchas acciones diferentes, mientras que en el fútbol un lateral puede tener intervenciones más espaciadas. En el fútbol sala no se puede estar parado".

Incluso, el Fútbol Sala es un deporte de interior y eso, que parece anecdótico, tiene mucha importancia: "Sabemos que no va a llover, no va a haber viento ni barro que son circunstancias que en el fútbol tienen su incidencia".

Así pues, teniendo en cuenta todas esas circunstancias (la superficie, las dimensiones, la intensidad y la movilidad) se lleva a cabo un entrenamiento específico que busca "ser a la vez global e integral. Es decir abordarlo como un todo tratando de individualizarlo a las circunstancias de cada jugador sin olvidar que es un deporte de conjunto".

En resumen, "la edad y la morfología del jugador y no el puesto (ala, pivot, cierre) es lo que marca el tipo de preparación".