"El fútbol es un deporte que se juega con la cabeza. Las piernas son sólo una herramienta". La frase pronunciada por todo un campeón del Mundo como Xavi Hernández, dice mucho acerca de las cualidades que adornas a los mejores y la selección española de fútbol sala ha sabido ponerla hoy en práctica.

El equipo de José Venancio López debía ganar imperiosamente a Azerbaiyán para asegurarse el primer puesto del grupo y acceder con un plus de confianza a los cuartos de final de la Eurocopa en su lucha por revalidar el título continental.

El examen era sumamente rocoso, porque a Azerbaiyán le valía el empate y los caucasianos se sienten cómodo en su juego de espera, agazapados en busca del error.

Los de Alesio da Silva no contaban por lesión con Everton Cardoso y desde el pitido inicial han montado una tupida tela de araña, parapetados delante del guardameta Huseynli y contando con la amenaza arriba de Thiago Bolinha, el máximo artillero en los que llevamos de competición.

En un partido muy táctico y cerebral, la estrategia ha decidido en favor de una España que ha merecido un resultado más amplio en el marcador

Pero ha sido ante esta coyuntura cuando los siete veces campeones de Europa han tirado de juego cerebral mezclado con una presión intensa que poco a poco ha ido minando la resistencia azerí.

Primero el cierre Bebe fuera por poco, luego el pívot Solano rematando al palo y finalmente el ala Adolfo topándose con el meta rival ponían a España cerca de inaugurar el marcador.

Luego llegaría una prodigiosa mano de Paco Sedano y finalmente el triunfo de la estrategia: saque lateral que ponía Joselito para la fulgurante aparición de Pola, que inauguraba el marcador.

Era el ansiado tanto que ponían a la selección con ventaja al descanso y en la segunda parte la dinámica no cambiaría con una gran oportunidad de Pola en los primeros compases y otra buena intervención de Paco Sedano al saque de una falta.

Rovshan Huseynli se hacía gigante en la portería azerí a disparos de Sergio Lozano, Rafa Usín y Joselito, mientras su equipo lo intentaba en varios lanzamientos de falta y en un zapatazo al larguero de Borisov.

En el tramo final, Azerbaiyán optaba por el portero-jugador, pero la cautela de los caucasianos ralentizaba el ritmo del encuentro que se consumiría sin más goles pese a las buenas y nutridas oportunidades españolas, salvadas una y otra vez por Huseynli.

Así se consumaba la victoria de la selección -con providencial despeje de Sedano en la última jugada- que mete a España por el, a priori, lado más benévolo del cuadro. El martes espera Ucrania para un equipo que hoy ha demostrado que tiene la cabeza muy bien asentada además de un corazón de campeón que seguirá latiendo por Eslovenia.