España cumplió con lo esperado y volvió a golear a Chipre en un partido en el que el numeroso público que estuvo en el pabellón Multiusos de Cáceres disfrutó una vez más de la selección española. Un partido, como el de la ida en Nicosia, que tuvo poca historia. Se trata de dos selecciones que viven realidades muy distintas y eso se plasmó en la cancha.

Desde el primer minuto ya se vio la tónica que iba a tener el encuentro. España monopolizando la posesión de balón ante un rival metido en 10 metros y defendiendo muy juntos. Así, la principal alternativa para los de Fede Vidal era el disparo lejano. Así llegó el 1-0 de Sergio Lozano y también el 2-0 de Adolfo, que puso el balón en la escuadra con milimétrica precisión.

Con tres cuartetos fijo, en el tercer turno llegó el debut de Javi Mínguez y Raúl Jiménez, que compartieron pista a la vez en la primera parte. España trataba de mover la defensa a un lado y a otro para encontrar huecos. Chino hizo el tercero a los 14 minutos y justo después Chipre tuvo su ocasión más clara con un balón que Skarparis no llegó a rematar en el área con todo a su favor. Después sí que acertaron Sergio Lozano, de nuevo y Raúl Gómez, que llevaron el marcador a un 5-0 al descanso.

En la segunda parte, el panorama apenas cambió. España atacaba, Chipre defendía y los goles se iban sumando en el marcador. Skarparis en propia puerta, Raúl Campos, Raúl Gómez, Sergio González, Mellado y Pablo Ramírez llevaron el marcador al 11-0 del duelo en Nicosia. Para entonces, los chipriotas habían intentado, sin éxito, cambiar la dinámica del juego con el portero-jugador. Raúl Campos, con su segundo tanto, hizo el duodécimo en un final de partido ya sin tensión competitiva y Javi Mínguez cerró la cuenta a apenas 25 segundos para el final.