Por fin llegó la primera victoria. Tras las decepciones ante Portugal y Croacia, los de Albert Canillas se llevaron su primera alegría en Porec. Un triunfo ante Francia que premia el juego de España y que, además, vale para meterse en semifinales. La victoria de Portugal sobre Croacia deja a los de Albert Canillas como segundos de grupo. El rival en la lucha por la final el viernes será Ucrania.

Esta vez el guión fue muy distinto al de los partidos anteriores. Si en los dos primeros España se adelantó pronto, esta vez fue el rival el que lo hizo. Lahcen Asname, a los cinco minutos, ponía el 0-1 aprovechando un error defensivo que le dejó solo ante Pau López. Un palo más para los de Albert Canilas, que esta vez sí que supieron dar la vuelta a la situación.

No fue fácil, eso sí. Insistencia no le faltó a España, que creó numerosas ocasiones, pero sin acierto. Roger, Tapias, Miguel, Juanico, Víctor Ramos... todos tuvieron el gol en sus pies, pero parecía imposible que llegase en la primera parte. Lo tuvo que hacer a 24 segundos del descanso, con un lanzamiento de 10 metros que transformó Tapias.

El tanto supuso un cambio radical del partido. Tanto que España puso marcar el segundo incluso antes de irse a vestuarios. Aunque la avalancha llegó en la segunda parte. A los seis minutos, Miguel robó un balón y batió a De Sousa con un tiro raso. Fue el arranque de dos minutos mágicos, en los que Pol Cano y Juanico llevaron el marcador hasta el 4-1.

El partido parecía encarrilado, aunque la lección parece aprendida. Tocaba defender la ventaja y, tras crear varias ocasiones, hacerlo contra el juego de cinco galo. Lo que fue una pesadilla ante Croacia. El tanto de Francia llegó, curiosamente, en una jugada el igualdad con el saque en largo del portero, pero esta vez la reacción española fue rápida y 30 segundos después Rubén Rodó puso el quinto.