La nueva generación de la selección Sub-19 de fútbol sala empieza con buen pie su camino hacia 2025, cuando espera el próximo Europeo. Su debut, su primer partido en la categoría como bloque, era de la máxima dificultad, ante Portugal, el eterno rival y vigente campeón continental, y se saldó con un solvente triunfo. La mejor forma de empezar el clásico torneo de Montaigu (Francia).

Como siempre pasa entre ambas selecciones en cualquier categoría, el encuentro fue un toma y daca, con opciones para ambos equipos, aunque en ese caso con España llevando el peso del partido. De hecho, no tardó en adelantarse, a los cuatro minutos, con un tanto de Pedro Martins en propia puerta tras una buena jugada por la derecha de Javier Martín. Los lusos aprovecharon su ocasión mediada la primera mitad cuado Renato Almeida se anticipó en una jugada en el centro del campo y se plantó mano a mano con David Marín para hacer el empate.

Antes del descanso, Ruano pudo adelantar de nuevo a España, pero su disparo, a 33 segundos del final, se estrelló con el palo. Hubo que esperar a los cuatro minutos de la reanudación para que llegase el 2-1, obra precisamente de Ruano tras girarse en el área en una acción de pívot. El partido se jugaba más cerca del área lusa y el premio para los de Mon Barreiro llegaba a seis minutos del final con un tanto de David Fernández en una acción que comenzó con un robo de balón del madrileño.

De ahí al final, España supo manejar la ventaja e incluso en la recta final puso ampliar la ventaja ante un rival que no pudo apostar por el juego de cinco para intentar recortar distancias.