Este sábado, sobraban los motivos para hacer honor al lugar de destino. No se han cumplido tres meses de la decepción mundialista y la Selección Española de Fútbol Sala volvía a citarse con sus verdugos. Aunque, en este caso, cambiando la lituana Vilna por la malagueña localidad de Rincón de la Victoria. De la anubarrada capital báltica, a la alegre Costa del Sol. No hay color. 

El hecho de que Portugal pisara la pista de la RFEF con los cinturones de campeona de Europa y del mundo, espoleó a los jugadores convocados por Fede Vidal. En cuanto sonó la campana, se lanzaron tratando de arrinconar en su esquina al rival. El primer derechazo fue español. Tanto es así, que no se habían cumplido los tres minutos de juego cuando Sergio Lozano recogió en banda un pase de Lin, encaró a su par, salió hacia dentro y reventó el cuero con tal violencia que Edu se encontró recibiendo el impacto, en vez de tratando de detenerlo. Se coló por la escuadra, por cierto.

Adelantarse no supuso un cambio de estrategia. Más bien, todo lo contrario. Los locales insistieron en el acoso y derribo a la meta rival: defensa presionante en primera línea y rápidas transiciones en el momento de posesión. Con estas premisas marcadas por el seleccionador desde el área técnica, los internacionales españoles gozaron de buenas oportunidades para seguir doblegando a Portugal. Una expeditiva jugada alumbrada en los pies de Catela permitió que Raúl Gómez cediera a Chino llegando desde atrás. Cuando en el Rubén Ruzafa ya se cantaba el segundo, la pelota terminó estrellándose en el cuerpo del guardarredes luso. Seguidamente, Chino logró empalar una excelente volea a la salida de un saque de esquina, aunque el contacto en el bloqueo fue señalado como infracción. 

La estrategia volvió a dar sus frutos en el lado español

Del posible 2-0 se pasó al empate. Una jugada individual de Bruno Coelho en la banda izquierda atrajo la atención de los jugadores españoles. Su pase a Alfonso, dejó a este último empujando a la red el balón. A pesar del intercambio de golpes, los de rojos supieron reaccionar rápidamente. Chino, quien andaba rato buscándolo, lo encontró. También de volea, otra vez en un córner y -cómo no- sacando rédito a la pizarra. Se coló por el mismo hueco que el primero de Lozano. De estrategia, de nuevo, se materializó el tercero. Raúl Gómez hizo bueno un balón cruzado al segundo palo, al que desde el suelo metió dentro. 

Superados en ambas áreas, Jorge Braz obligó a los suyos a reaccionar. Tiago Brito se encontró la pelota muy certera, después de una parada de Chemi. Probó fortuna y encontró el 3-2. El empate fue obra de Zicky. Acción de pívot. Giro y disparo potente.

Con la igualdad en el marcador, la intensidad se palpaba en cada jugada. Antonio anduvo cerca del cuarto. Dídac evitó que los visitantes se adelantaran desde los 10 metros. Paró el disparo de Cardinal. Mismo desenlace encontró Bruno Coelho, al no apuntar entre palos. Tampoco pudo aprovecharlo desde esa distancia Lozano. Esa falta de acierto no dejó con buen sabor de boca al 9 español. Tiró de galones en los momentos decisivos y a falta de 14:39 se inventó una jugada individual que, con regate incluido, le dejó el cuero en la pierna izquierda. Cruzada, rasita y besando el palo fue como puso el 4-3 definitivo el jugador del Barça.

Mañana domingo -20:00 horas, Teledeporte- España y Portugal volverán a citarse en esta preparación del Europeo de Países Bajos. Sin duda, y tras lo visto hoy, será otro cruce de apasionante, entre dos de las mejores selecciones del mundo.