Duelo de titanes en un escenario emblemático: el Sportpaleis de Amberes. Uno de los complejos más cotizados del planeta, por el que han desfilado artistas de la talla de Beyoncé, Lady Gaga o Rihanna, recibía a dos superpotencias del Fútbol Sala. España y Eslovenia volvían a encontrarse 27 días después de su último choque. Dos compromisos amistosos en tierras balcánicas servían a la Selección para comprobar el poderío de los hombres dirigidos por Andrej Dobovičnik.

Los de José Venancio López saltaron a la pista sin complejos. La baja del capitán Jordi Torras lejos de minar el ánimo del equipo, les unió aún más. El partido comenzó con ambas selecciones titubeantes presionando al rival, sin un claro dominador del esférico. Notable actuación del meta del conjunto esloveno Alen Mordej que destacó en los primeros compases del juego. Tras un vaivén de disparos que no vieron puerta, el 0-1 llegaba en el minuto 11 con una jugada de estrategia. Fernandao aprovechaba un pase de Sergio Lozano para adelantar a España en el marcador. La segunda diana no se hacía esperar. Rafa Usín giraba sobre su propio eje para clavarla en el palo corto. Era el 0-2 con el que el se llegaba al descanso. 

En la reanudación siguió el monólogo del conjunto visitante, muy sólido tanto en defensa como en ataque. Los eslovenos intentaron recortar distancias con el portero-jugador, pero la Selección estaba embalada con la directa puesta a la semifinal. A tres minutos de la conclusión, Aicardo sentenciaba con un doblete. Era el 0-4 que permitía a España soñar. Su siguiente reto será contra Rusia el jueves 6 de febrero.