España cedió el trono de campeona de Europa Sub-19. Portugal, verdugo ya en la primera jornada, venció también en el partido decisivo y también remontando el 0-2 con el que se puso España. En la segunda parte, los lusos estuvieron muy acertados y se llevaron el título con un resultado muy abultado.

La primera parte recordó mucho a lo ocurrido en el partido de hace una semana. España empezó muy bien, apretando arriba y golpeando pronto. Salas, en dos zarpazos en poco más de un minuto, puso un esperanzador 0-2. Primero marcó tras un robo de balón y al aprovechar un rechace de Cintra a un disparo suyo y, después con un lanzamiento lejano en una jugada a balón parado.

Todo parecía salir a pedir de boca de los de Canillas, pero una vez más esa ventaja se iba a diluir. Portugal dio un paso adelante y empezó a generar ocasiones, en las que se encontró con Pau López. Sin embargo, el meta no pudo detener un potente disparo de falta directa de Lúcio Rocha desde más de 15 metros. Un tanto que dio confianza a Portugal, que insistió hasta lograr su premio a sólo 34 segundos del descanso, cuando Andriy remató en el segundo palo un centro-chut de Bruno Maior.

Una situación casi calcada a la del primer partido. Quedaban 20 minutos por delante para que el final no fuese el mismo. Y el arranque de segunda parte de España fue bueno, aunque la suerte le dio la espalda. Tapias tuvo la más clara con un tiro al palo a cuyo rechace, cuando podía marcar a puerta cerrada, no llegó por centímetros. Minutos después, Salas desviaba a la red un córner favorable a Portugal, que se ponía por delante por primera vez.

Tocaba ser fuerte y remontar, aunque fueron momentos complicados para España, que se hizo la quinta falta a más de 10 minutos para el final y que vio cómo Pau López se crecía para salvar una ocasión clarísima a bocajarro de Andriy. Portugal también cometió pronto la quinta, pero los árbitros señalaron la sexta primero a España y Colaço lo aprovechó para marcar desde los 10 metros.