España se proclamó campeona del Torneo de Montaigu por tercera vez al completar su pleno de victorias frente a Francia (3-4). Los de Mon Barreiro acabaron sufriendo en la recta final de un encuentro en el que les costó abrir el marcador y en el que los locales acariciaron el empate en la recta final.

Francia, que había derrotado a Portugal en la segunda jornada, volvió a evidenciar que está a un gran nivel en el panorama europeo. La primera parte fue muy exigente, con ocasiones para ambos bandos. Ilario Cannzzaro y Younes Oubrik protagonizaron las mejores ocasiones locales, mientras que las visitantes llegaron de parte de Ruano y David Fernández. Aunque el tanto tuvo que llegar en una acción desafortunada de los galos, con un desvío de Matheo Le Pessot a un saque de banda de Antonio David Añasco cuando faltaba apenas un minuto para el descanso.

A la vuelta de vestuarios, el partido se desató. A los 38 segundos, Ruano hizo el 0-2 tras un robo de balón de Jaime Martínez-Olivares y sólo dos minutos después el canterano del Jimbee Cartagena hacía su segundo tras una combinación con Pau Ramos. Francia, que amenazó con Ramsamy como portero-jugador, no tardó en responder con el tanto de Megrous, pero el meta fue expulsado por una mano fuera del área y España aprovechó la superioridad con el tanto de Añasco en la primera acción contra cuatro.

España supo gestionar la ventaja, que parecía definitiva hasta la recta final. Tom Kolski y Younes Oubrik, en apenas seis segundos, hicieron que el marcador pasase del 1-4 al 3-4 a menos de minuto y medio para el final. Y el primero, el capitán galo, tuvo la opción de lograr el empate a 19 segundos del final, pero Javier Fernández-Pacheco desvió su lanzamiento de doble penalti.