La Selección Española de Fútbol Sala Sub-19 afrontaba hoy su segundo duelo de la semana contra Portugal. En el día de ayer, el equipo de Albert Canillas salió victorioso por 1-3 con goles de Naranjo, Moñino y Rafael Freire en propia puerta. Por parte de los lusos jugaban Pedro Ferreira, Diogo Augusto, Carlos Monteiro, Rodrigo Simao y Edmilson Sá, mientras que el seleccionador español alineaba de inicio a Bruno Galindo, Tapias, Espín, Álex Naranjo y Eloy. Esta vez, España iba de rojo y era Portugal quien vestía de blanco.

El guion era el mismo que en el primer encuentro. Intensidad en la presión y generar ocasiones sin prisa. Espín era el primero en probar suerte tras realizar una bicicleta, pero Pedro Ferreira despejaba su disparo. Portugal apretaba en los primeros minutos, otro aspecto calcado de la teórica “ida”, pero Bruno Galindo conseguía repeler el esférico hasta en tres ocasiones. Alcanzado el ecuador del partido, Espín controlaba el cuero de espaldas a la portería y servía la asistencia para Eloy, que estaba cerca de marcar con un tiro cruzado a ras de suelo.

Alcanzado el minuto trece, Portugal inauguraba el electrónico. Raúl Moreira sacaba una falta hacia la esquina, donde se encontraba Lúcio Rocha para rematar sin mucho ángulo. Bruno Galindo estuvo ágil de reflejos para despejar, pero la suerte se alió con los lusos y el balón fue a parar de nuevo a las botas de Moreira, que ya se encontraba en el interior del área para fusilar. Pero España no bajaba los brazos y buscaba rápidamente el empate. No tardaban en sacar provecho de un error de los de José Luis Mendes. Lúcio Rocha controlaba mal un pase de su guardameta, Pedro Ferreira, que se quedaba de mero espectador mientras Pablo Ordóñez, el más listo de la clase, se anticipaba a sus rivales para rematar a gol desde el suelo. Tras unos minutos intercambiando ataques, llegó la llamada a vestuarios.

El equipo luso iba a regresar a pista bastante fuerza, y prueba de ello eran los dos tantos que iban a conseguir subir al marcador. Primero era Edmlson Sá el que recortaba a su rival con una pisada para ajustar el balón con la pierna contraria. Después, era Tiago Macedo el que encaraba y mandaba el balón a la red. El equipo de Albert Canillas no le perdía la cara al partido y daba la réplica con un saque larguísimo de Mario, como si de un quarterback se tratara. El cuero le caía a Pablo Ordóñez, que se incorporaba desde el carril izquierdo para definir con un toque sutil al palo largo para salvar la salida de Tiago Velho.

Ya en la recta final del encuentro, Álex Naranjo se ponía la camiseta de portero-jugador encima de la roja para intentar equilibrar la balanza en superioridad numérica, pero no el equipo local se cerró en banda y fue muy difícil encontrar un hueco para darle la vuelta al partido. Al final, una victoria para cada uno y un balance positivo de goles para el combinado español, que regresará mañana a casa para dar por finalizada esta concentración.