España se va de Portugal con las mejores sensaciones para el Preeuropeo de la próxima semana. Dos victorias, dejando además la portería a cero, son el mejor síntoma para comenzar el camino hacia el tercer título. Cierto es que no dejan de ser dos amistosos, pero ganar en Portugal tiene un mérito extra. Han sido dos encuentros redondos.

El partido, como el día anterior, volvió a estar cargado de intensidad. No es para menos. Eso sí, esta vez fue España la que salió mejor, pisando mucho más el campo contrario y generando muchas ocasiones. Si en la segunda mitad del primer partido la protagonista fue Marta Balbuena, en la primera del segundo duelo fue Ana Catarina.

En el primer minuto ya avisaron Mayte Mateo e Irene Córdoba con dos ocasiones claras. Después, Laura Córdoba y Anita fueron las que hicieron intervenir a la meta lusa. En el otro área, Silvia también se tuvo que emplear para evitar el 1-0 en un mano a mano con Leninha mediado ese primer periodo.

El partido se rompió a los cinco minutos de la segunda parte. Peque condujo una rápida contra y sirvió a Ana Luján para que marcase a puerta vacía. Y sin apenas tiempo para reaccionar, llegó el segundo. La capitana condujo desde su campo, se marchó de su par y marcó con un disparo ajustado al palo. Justo 14 segundos, la cifra de su dorsal, pasaron de un gol a otro.

El tiempo muerto consiguiente del técnico luso apaciguó los nervios de las suyas, pero no le sirvió para dar la vuelta al choque. Cierto es que las lusas habían salido algo mejor tras el descanso, pero siguieron sin encontrarse cómodas ante una España muy sólida y que amenazaba con ampliar la ventaja. De hecho, las de Claudia Pons controlaron el final del partido de tal modo que Portugal ni siquiera llegó a utilizar el juego de cinco.