España reacciona a base de golazos para superar a Escocia (4-2)

España, a base de golazos y de una buena dosis de intensidad, remontó en el primer asalto ante Escocia, rival que plantó cara en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y que exigió al máximo a una sub-15 que sigue creciendo a partir de situaciones extremas. Ya Italia, en la anterior ventana, puso a prueba la capacidad de reacción de los chicos y los británicos hicieron lo propio en una cita muy atractiva y que dejó lecturas muy interesantes. El 4-2 definitivo, después de todo, fue justo. 

El equipo se presentó con buena cara, desmelenado en los primeros minutos y manejando siempre la pelota en campo escocés. Circulaba el balón con velocidad, buenas triangulaciones con movilidad en ataque, y a los cinco minutos ya se cantó un gol en el Campo A de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Llegó después de una buena presión de Álvaro Vega en la salida de los escoceses y una mejor asistencia de Joaquín Manuel Sánchez "Polli" para que Bruno Luque superara a McGahey en segunda instancia.

El gol invitaba a pensar en una tarde alegre para la Selección, pero despertó Escocia con un trabajo admirable. Los británicos dieron un paso al frente y merodearon por la zona de Pablo Peña hasta que encontraron su recompensa. Kyle Glasgow cabalgó por la banda derecha y su centro se envenenó para sorprender al meta español, un buen tanto para nivelar el encuentro pasado el ecuador del primer tiempo. 

Se sucedieron las ocasiones en ambas porterías, muy atractivo el partido para los aficionados que acudieron a Las Rozas, y un error en la salida del balón de España terminó en el penalti del 1-2, obra de Dara Jikiemi. Era el minuto 35 y España ya sabía que tenía que despertar para recuperar las sensaciones del prometedor inicio.

Ese golpe espoleó a los chicos de David Gordo, que reaccionaron al filo del descanso y se fueron a la caseta con la energía que concedió el golazo de Bruno Luque, una maravilla desde el costado izquierdo. El futbolista del Sevilla, siempre dispuesto a pedir la pelota, recibió por dentro y puso el balón en la escuadra, otra vez idílica su relación con el gol cuando viste la camiseta de España. 

Llegaron los cambios en la reanudación y España, de nuevo, empezó mejor que Escocia. Poco a poco fue haciéndose con el control del partido y, ya con un equipo completamente nuevo con la incorporación de diez jugadores de refresco, llegó la remontada. La certificó Álvaro Obarrio, galones de capitán para adentrarse en el área y sacar un recurso muy válido con su disparo de puntera.

Pasado el agobio del primer tiempo, liberado el equipo de David Gordo una vez se vio de nuevo por delante en el marcador, España controló el escenario a partir de la posesión. Fue poco a poco a más y el cuarto gol, también de bella factura, confirmó esos buenos minutos. Miguel Redondo, del Real Valladolid, consumó, con un potente disparo, la victoria del combinado nacional, que el jueves, a las 11 de la mañana, se volverá a enfrentar a Escocia en el mismo escenario.