La defensa de España, una de las claves del éxito
Solo Brasil, Colombia y España han acabado la fase de grupos del Mundial Sub-20 Femenino de Colombia con la portería a cero. Algo nada fácil de conseguir.
La selección que dirige Sonia Bermúdez lleva cuatro partidos sin recibir un gol. Los tres de esta primera fase ante Marruecos, Paraguay y EE.UU. y además el amistoso disputado ante Corea días antes de comenzar este Mundial. Más de 3.600 minutos en los que el centro del campo y la defensa han sido fundamentales.
LA SUB-20 PREPARA EL CHOQUE DE OCTAVOS
Las victorias se construyen también desde atrás, evitando encajar gol e iniciando jugadas que puedan dar lugar a ellos.
Tanto es así que las jugadoras destacadas como MVP de cada uno de los partidos de España forman parte de esta zona del equipo: las defensas Estela Carbonell y Sara Ortega y la centrocampista Maite Zubieta. Su labor en la contención de los ataques rivales, hilvanando jugadas desde atrás con peligro hacia la portería contraria, su pelea en cada movimiento y jugada del contrincante, les ha servido para obtener el reconocimiento a las mejores jugadoras en los tres primeros partidos del torneo mundialista de tierras cafeteras. Incluso se han sumado a la labor ofensiva anotando un gol como en el caso de Olaya Enrique. La centrocampista del Deportivo de La Coruña fue la autora del primer gol del Mundial para España y el de la victoria ante EE.UU.
Canadá ha marcado 12 goles, 9 de ellos a Fiji y 3 a Francia, y ha encajado 5. De todos los goles que ha anotado la selección canadiense, cuatro los firma Annabelle Chukwu. La jugadora inglesa de 17 años representa a la selección de Canadá y seguro que será uno de los referentes para su equipo y también estará en el punto de mira de una de las zagas más serias del campeonato, la española.
Y si la defensa es fundamental, también lo está siendo la portería. Bajo los palos hemos podido ver tanto a la guardameta del Athletic Club Eunate Astralaga como a Sofía Fuentes, la portera del Real Madrid CF. Ambas demostraron la solidez que requiere la portería de la selección proyectando la seguridad que necesita sentir todo el equipo desde atrás.