Pablo Ramírez fue una de las novedades de la selección en el encuentro frente a Finlandia. El pívot del Besoccer UMA Antequera está viviendo una etapa muy dulce. En el verano de 2021 fichó por el conjunto antequerano, con el que ganó la Copa del Rey militando en Segunda división. Un título al que siguió el ascenso a Primera, acompañado por la llamada de la selección.

Su debut, ante Finlandia, tuvo el broche del gol que suponía el 2-1 y que ponía por fin a España por delante. “Estoy muy contento de aportar mi granito a este equipazo y muy feliz por mi debut y por mi gol. Es un orgullo escuchar este pedazo de himno y en la pista, gracias a los compañeros, me he sentido muy cómodo. Jugar con esta gente es otro rollo”, apunta.

Pese a su rápida irrupción en la élite, el pívot tiene claro que el proceso es muy largo. “Aún queda mucho camino por delante. Hay que seguir trabajando individualmente y, colectivamente, también hay detalles que mejorar”, comenta. Respecto al partido de este martes frente a Moldavia, señala: “Mientras el equipo siga adelante, no hace falta que marque. Con que lo haga un compañero y ganemos, yo contento”.