Como sucede con la educación, el objetivo de un pasado glorioso en el fútbol es convertir ese espejo donde ensimismarse en una ventana para proyectarse al futuro.
Cuatro mil cuatro días después de levantar al cielo de Kiev el trofeo de la Eurocopa, la Selección vuelve este domingo (20:45 hora peninsular española en directo por La1 y con seguimiento exhaustivo por parte de este medio oficial) a mirarse en el reflejo plateado de la UEFA Nations League para reinar una vez más sobre el Viejo Continente.
En el camino mediaron dos finales (Confederaciones 2013 y la anterior Liga de Naciones en 2021), la tristeza de los penaltis mundialistas en Qatar y toneladas de trabajo e ilusión para desembocar en la trascendental cita frente a Croacia en el estadio del Feyenoord, el popularmente conocido como De Kuip (La Bañera).
DESCUBRE EL ESTADIO DE KUIP DE RÓTERDAM, ESCENARIO DE LA GRAN FINAL
Sumergirse en la gloria no será sencillo habida cuenta de que España tendrá delante a su mejor termómetro europeo: una Croacia con la que lleva enfrentándose las tres últimas Eurocopas (2012 con gol de Navas, 2016 con derrota en Burdeos y 2020 con triunfo en los penaltis), además de en la primera edición de la Nations League (goleada en Elche, derrota en Zagreb).
Los Modric, Brozovic, Kovacic o Perisic, por citar solamente a su intimidante mediocampo, vienen de alcanzar las semifinales en Qatar y de derrotar a los anfitriones neerlandeses con su técnico Zlatko Dalic manejando a la perfección los recursos de un país tan reducido en población como excelso en competitividad y talento futbolístico.
Escucha las declaraciones de Luis de la Fuente y Rodrigo Hernández durante la rueda de prensa previa a la gran final
Frente a los argumentos balcánicos, el equipo de Luis de la Fuente llega rebosante de ganas, con todos los 23 jugadores convocados disponibles y pletóricos de moral después de la brillante victoria frente a Italia en la semifinal de Enschede.
Con un día menos de descanso que el rival, pero sin haber pasado por la prórroga como Croacia ante Países Bajos, la condición física puede marcar la diferencia a estas alturas de la temporada, con la confianza en el caso español de que su seleccionador ha asegurado en la previa que los jugadores llegan a la cita en el mejor momento del curso.
Habrá un mínima posibilidad de lluvia a la hora del partido con 23º grados previstos de temperatura y el apoyo entusiasta de unos seis mil españoles que poblarán las gradas de Róterdam sobre un aforo total permitido por UEFA de 41.500 asientos.
Se convierte así la ciudad portuaria holandesa el epicentro futbolístico de España, cuya onda expansiva se extenderá dos mil kilómetros hasta una Península donde 48 millones de seguidores aguardan, casi once años después, a verse con una sonrisa en el espejo, felices de celebrar un título del equipo de todos.