Dejó escrito el periodista y escritor Manuel Chaves Nogales un elogio a su ciudad natal sentenciando que Sevilla es bella porque siempre es nueva y este lunes esa renovación constante de sus afectos para con el equipo de todos llega a una gran competición de selecciones: tras tantas noches memorables, por primera vez la capital hispalense albergará un partido de España en una fase final.

Y no será en una Eurocopa al uso. La de este 2021 llega con un año de retraso por culpa de la pandemia y con un combinado nacional también muy renovado en el que sólo 6 de los 24 convocados repiten presencia tras haber acudido al último Mundial. 

Uno de ellos, el capitán Sergio Busquets, será la única ausencia en el debut continental después de dar positivo ocho días atrás en una prueba de Covid-19. El resto de convocados se encuentra a plena disposición del seleccionador, quien podría, entre otros hitos, hacer debutar a Pedri González en la Eurocopa y que el canario se convirtiese en el primer futbolista español en participar en una fase final con menos de 19 años.

La potente Suecia de Janne Andersson pondrá a prueba en Sevilla al "buen mix de veteranía y juventud", que es como Luis Enrique ha definido a esta Selección en la previa y cuya "fuerza que tenemos es la del grupo y el equipo que formamos".

Con una media de edad de 26,5 años en el plantel, en esta fase final la Selección llega con 6 de los futbolistas que disputaron el último Mundial y 7 entre los presentes en la anterior Eurocopa

"Estamos preparados", ha afirmado el técnico asturiano defensor de una idea de fútbol ofensivo, eléctrico de rápidas transiciones, presión elevada y ritmo incansable durante los 90 minutos que intentará poner en práctica este lunes desde las 21:00 (hora peninsular española con Telecinco en directo y seguimiento exhaustivo de SEFUTBOL) en un duelo que será arbitrado por el colegiado esloveno Slavko Vinčić, auxiliado en bandas por sus compatriotas Tomaž Klančnik y Andraž Kovačič, así como por el VAR alemán Bastian Dankert y el AVAR inglés Cristopher Kavanagh desde Nyon.

Un debut para medir la candidatura española en el choque entre el rojo pasional de la Selección con apoyo mayoritario entre los más de 20.000 aficionados que podrán seguirlo desde las gradas sevillanas y el amarillo de una Suecia que basará su suerte en el rigor defensivo, las apariciones de sus extremos y el peligro de sus atacantes para aprovechar los balones largos con el realista Isak a la cabeza ante la baja de Ibrahimovic.

Primer paso en definitiva a orillas del Guadalquivir -con 29º de temperatura previstos a la hora del partido- como trampolín hasta el soñado cielo de Wembley del 11 de julio. Sevilla, nuevamente, tiene que ser.