Como un ciclón. España sacó todo su potencial ofensivo, una gran seriedad sobre la pista en la segunda entrega en Serbia y derrotó a su rival por 1-8. Los locales nunca estuvieron cerca de agarrarse al partido. Viento en popa para preparar el Preeuropeo de Georgia en marzo, aunque faltan aún un par tandas de amistosos ante Letonia y Portugal para afinar del todo la puesta a punto. Funcionó todo, con la estrategia a la cabeza.

España salió a controlar el ritmo del partido desde el inicio. Serbia había apretado mucho en la presión en la víspera y daba la sensación de que le costaba robar balones a los chicos de Albert Canillas. Así fue. Sólo había llegado la mala noticia de la tempranera amarilla a Bernat por protestar. Adrián Rodríguez avisó en el minuto 8 con un disparo que rozó el palo, pero segundos después montó una jugada con su tocayo Rivera y éste mandó la pelota a las redes de puntera.

A Serbia le costó reaccionar al palo anímico y más aún cuando Manu Cebrián hizo el 0-2. El pívot aprovechó un robo de balón de Cristian para poner con el viento favorable el encuentro. Se trataba de no bajar la guardia, como sucedió de víspera. Ya lo había criticado y avisado Cani tras el primer partido. Incluso Antonio y Rivera estuvieron a punto de marcar de seguido.

Hubo goles de todas las facetas, pero destacaron dos a saque de córners de Bernat y Antonio, con un disparo seco desde once metros

Álvaro vivía una noche tranquila en la portería, nada que ver con la segunda parte del amistoso anterior. Serbia apenas le probó un par de veces, la más clara a noventa segundos del intermedio, pero el guardameta se defendió muy bien con los pies. Eso sí, vio la amarilla poco después por utilizar la mano fuera del área. La puntilla para Serbia fue el 0-3 de Adrián Rodríguez a seis segundos del final del primer tiempo tras resolver con eficacia un robo de balón en la zona defensiva serbia. 

Lejos de adormilarse, el equipo de Cani aceleró y a los dos minutos de la reanudación, Bernat marcó un precioso gol en un córner sacado por Nacho. Sonaron aplausos en el pabellón entre los 700 asistentes. Para el minuto 25, la cosa se había puesto ya 1-6: David Peña anotó el quinto y Manu el sexto, aunque en medio Rokic hiciese el tanto de la honrilla. España jugó con ambición y Adrián Rodríguez anotó el séptimo. El poderoso Antonio, desde once metros en un córner, dio la puntilla. 

Cani estaba contento con los suyos: "Hemos estado mucho mejor que en el primer partido, muy contundentes y hemos mejorado con el balón. En estrategia hemos estado muy bien, haciendo varios goles. Nos vamos muy satisfechos de la concentración".