Alaba el refranero suizo a los países que desconocen el nombre de su presidente y su selección, como la española, parece aplicar el proverbio a celebrar esa aparente falta de liderazgos carismáticos en favor del peso del equipo.

Ambos combinados nacionales se encuentran este viernes a partir de las 18:00 (hora peninsular española en directo por Telecinco y minuto a minuto a través de SEFUTBOL) en San Petersburgo por un puesto en las semifinales de la Eurocopa después de dejar en la cuneta de los octavos a las vigente campeona y subcampeona del mundo, ellas sí, plagadas de rutilantes estrellas cuyo brillo apagó sin embargo la fuerza de los colectivos rivales.

Porque tanto helvéticos como ibéricos están ofreciendo una lección durante esta Eurocopa en cuanto a compromiso, solidaridad y sumisión de las individualidades en pos del bien equipo con todos los egos desaparecidos, en palabras del propio Luis Enrique, principal artífice de ello en lo que al combinado nacional corresponde.

España es hasta la fecha el equipo que más goles ha marcado en la Eurocopa, el que más posesión acumula y Pedri es el futbolista con más kilómetros recorridos por partido entre todos los que siguen presentes en esta fase final.

El técnico asturiano dispone de una nueva reválida ante la bien conocida Suiza, rival en la última edición de la Liga de Naciones y que fía sus capacidades a un bloque extremadamente cohesionado, sólido en el repliegue y de alta presión bajo la batuta de Vladimir Petkovic, cuya trayectoria se extiende ya durante más de siete años y setenta partidos con los helvéticos, a quienes ha llevado por primera vez en su historia a unos cuartos de final de la Eurocopa.

El centrocampista Granit Xhaka será baja por sanción en Suiza, mientras que España puede contar con los 24 jugadores convocados, de los que cuatro -Jordi Alba, Sergio Busquets, Pau Torres y Rodri Hernández- se encuentran apercibidos y se perderían por tanto unas hipotéticas semifinales en caso de ver la amarilla.

Llegar a Wembley el próximo martes frente a Bélgica o Italia es por tanto el gran objetivo de hoy para la Selección, consciente de la trascendencia de la cita en San Petersburgo, ciudad diseñada hace más de tres siglos con escuadra y cartabón por el zar Pedro el Grande. 

También España quiere construir su reinado en esta Eurocopa, pero su destino futbolístico, más que por el resplandor intermitente de alguna estrella solitaria está escrito en la pizarra colectiva de un vestuario unido.