- Saúl Ramos
La Selección Sub-20 femenina disputa un trascendental encuentro ante las niponas en el que el golaverage puede ser decisivo
La venganza nunca es un camino recto. Es un bosque. Y, como en un bosque, es fácil perderse. Perderse y olvidar de dónde venías. Algo así se escucha de boca de un maestro japonés en una película tarantiniana, pero lo cierto es que españolas y niponas saben perfectamente de dónde vienen antes de su encuentro de este jueves en Concarneau.
Varias jugadoras de ambos equipos se jugaron la finalísima del Mundial Sub-17 cuatro años atrás en Costa Rica con claro triunfo asiático, en 2016 la mitad de las hoy presentes cayeron en semifinales ante las nipones y otra parte de ellas pudieron superar a Japón en la cita mundialista Sub-20 de Papúa-Nueva Guinea, con victoria española por la mínima.
Por tanto, el choque de este jueves (16:30 hora peninsular española con retransmisión en directo de Gol TV y Eurosport) representa un genuino tour de force que dejará a las claras las posibilidades de ambas potencias en este Mundial.
Un duelo en el que el factor anotador será punto esencial. Paraguay, el, a priori, rival más débil del grupo, fue superado por 1-4 en la primera jornada, al tiempo que Japón vencía a Estados Unidos con un estratosférico tanto de Honoka Hayashi.
En Concarneau se decidirá pues el liderato del grupo C, pero echando un vistazo de reojo a Estados Unidos y a la diferencia de goles que pueda conseguir ante las paraguayas, previendo un hipotético triple empate al final de la fase de grupos.
Conjeturas al fin y al cabo, que quedarán en un segundo plano en cuanto comience un encuentro marcado por el poderío físico nipón -llevan meses de preparación encima las discípulas de Ikeda Futoshi- y la solvencia del equipo de Pedro López con previsibles cambios en el once.
De un lado, la baja obligada de la lateral Ona Batlle, quien sufrió un esguince de tobillo en la primera jornaday del otro la posible vuelta de la goleadora Lucía García si finalmente se recobra de sus molestias.
Toda ayuda será poca para un choque crucial del que dependen gran parte de las ilusiones españolas en su ambición de firmar el mejor papel de España en un Mundial Sub-20 femenino. No será, eso seguro, un camino recto.
Foto: Alex Grimm - FIFA/FIFA via Getty Images
Varias jugadoras de ambos equipos se jugaron la finalísima del Mundial Sub-17 cuatro años atrás en Costa Rica con claro triunfo asiático, en 2016 la mitad de las hoy presentes cayeron en semifinales ante las nipones y otra parte de ellas pudieron superar a Japón en la cita mundialista Sub-20 de Papúa-Nueva Guinea, con victoria española por la mínima.
Por tanto, el choque de este jueves (16:30 hora peninsular española con retransmisión en directo de Gol TV y Eurosport) representa un genuino tour de force que dejará a las claras las posibilidades de ambas potencias en este Mundial.
Un duelo en el que el factor anotador será punto esencial. Paraguay, el, a priori, rival más débil del grupo, fue superado por 1-4 en la primera jornada, al tiempo que Japón vencía a Estados Unidos con un estratosférico tanto de Honoka Hayashi.
Japón se impuso a España en la final del Mundial Sub-17, pero la Selección fue mejor en la anterior cita de categoría Sub-20
En Concarneau se decidirá pues el liderato del grupo C, pero echando un vistazo de reojo a Estados Unidos y a la diferencia de goles que pueda conseguir ante las paraguayas, previendo un hipotético triple empate al final de la fase de grupos.
Conjeturas al fin y al cabo, que quedarán en un segundo plano en cuanto comience un encuentro marcado por el poderío físico nipón -llevan meses de preparación encima las discípulas de Ikeda Futoshi- y la solvencia del equipo de Pedro López con previsibles cambios en el once.
De un lado, la baja obligada de la lateral Ona Batlle, quien sufrió un esguince de tobillo en la primera jornaday del otro la posible vuelta de la goleadora Lucía García si finalmente se recobra de sus molestias.
Toda ayuda será poca para un choque crucial del que dependen gran parte de las ilusiones españolas en su ambición de firmar el mejor papel de España en un Mundial Sub-20 femenino. No será, eso seguro, un camino recto.
Foto: Alex Grimm - FIFA/FIFA via Getty Images