JJ. OO. Sídney

Los JJ. OO. de Sídney significaron a la postre la segunda medalla de plata para un equipo español de fútbol en unos Juegos (hazaña comparable a la de Amberes en 1920 y sólo superada por el oro en Barcelona '92).

España se colgó así la plata con una magnífica generación de futbolistas con cuatro futuros campeones del mundo en Sudáfrica como Carlos Marchena, Joan Capdevila, Carles Puyol y Xavi Hernández, autor del primer tanto en la final.

En aquellos JJ. OO. de Sídney en el año 2000, el seleccionador Iñaki Sáez llevó al equipo hasta la final contra el Camerún de Eto'o que se llevó el oro. Fue una experiencia muy importante porque allí ganaron enteros hombres como Marchena, Puyol, Xavi y Capdevila.

“Tenemos un equipo bueno, muchos están jugando en Primera División, cosa que antes no sucedía. Ahora todos los jugadores tienen un rendimiento contrastado en Primera, tenemos ese estilo de juego que nos caracteriza y que los jugadores de esta Selección practican”, confesaba en su día el propio Sáez.

Tras llegar a la final de los Juegos Olímpicos, la Camerún de Samuel Eto'o era la rival en un partido que comenzó ganando el equipo de Iñaki Sáez con gol de Xavi, que ejecutó a su estilo un saque de falta.

Fue un partido tenso, jugado al contacto por los dos equipos, pero España aguantó el ritmo de los africanos y marcó el segundo tanto antes del descanso, con jugada de nuevo para la firma de Xavi y gol para su compañero en el FC Barcelona Gabri. Con el dos a cero, todos miraban ya al oro olímpico, pero la segunda mitad se complicó para España. Fueron expulsados el sevillano Jose Mari y el propio Gabri, y la Selección jugó con nueve y la mala suerte se alió con un balón que rebotó en Iván Amaya y que se coló en la portería de Aranzubia. El segundo gol de Camerún fue obra de Eto'o. Los internacionales españoles consiguieron aguantar la intensidad del rival, pero en la tanda de penaltis, la suerte cayó del lado contrario.

Aun así, la delegación española de fútbol volvió de Australia firmando uno de los éxitos del equipo español, con su plata colgada al cuello de los jugadores. Era la segunda de la historia de nuestro fútbol, después de la de Amberes en 1920.

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