Copa del Mundo de 1930
La segunda planta del museo es una auténtica enciclopedia de los Mundiales; gracias al creador del Museo, Pablo Ornaque, se puede contemplar el balón utilizado en la final del Mundial de 1930.
Aquel Mundial, disputado en Uruguay... fue el primero en jugarse; y a él no asistió España. El motivo fue que la Federación Española de Fútbol decidió no participar en el torneo debido a la larga duración de los viajes marítimos transatlánticos y a la oposición de los clubes.
Este balón, una tradicional pelota de cuero marrón, cosida con cordón y con una vejiga en el interior, tiene mucho valor histórico. Y es que, antes de la existencia de balones oficiales de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, cada equipo llevaba uno a cada encuentro, y luego los capitanes elegían con cuál querían jugar. En la final de aquel campeonato, jugada entre Uruguay y Argentina, la rivalidad había crecido tanto que se utilizó un balón diferente durante cada uno de los dos tiempos.
En la primera mitad del partido jugaron con el balón argentino, y los argentinos dominaba el juego; pero en el segundo tiempo se cambió para jugar con el balón del equipo uruguayo. Y el marcador final convirtió en campeona a Uruguay, lo que demostró que el papel de los balones es crucial en los partidos.
Además de lo ya mencionado, en estas vitrinas podemos contemplar una réplica de la Copa Jules Rimet, que fue el trofeo de la Copa Mundial de Fútbol hasta 1970.