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Futbolines
Justo tras revivir cómo se recibió a la primera Selección tras su subcampeonato en Amberes, el Museo nos reserva una pequeña sorpresa: una espectacular colección de futbolines antiguos. Los ejemplares incluyen tanto algunos de la versión internacional -con figuras de madera o plástico con tacos- como del tipo español. Y es que fue en España donde nació la variante que conocemos hoy, con jugadores que tienen las piernas separadas.
Los futbolines forman parte de la historia del universal entretenimiento y, sin duda, están en nuestra memoria como uno de los juegos más preciados para varias generaciones. Y no muchas personas saben que el clásico futbolín que llena muchos de nuestros bares, terrazas de piscina y otros lugares variopintos fue creado por Alejandro Finisterre (Fisterra, A Coruña, 1919 - Zamora, 2008).
Como recordara en el diario El País Juan Cruz con motivo del fallecimiento de Finisterre, este gallego, que también era editor, “hubiera querido pasar a la historia [...] como el hombre que dio su vida para que la gente no se olvidara de León Felipe, el poeta zamorano que murió en el exilio, en México, pero la tozuda realidad siguió diciendo, hasta su muerte, que lo que verdaderamente le llevó a los libros de biografías fue su invención del futbolín”.
Herido durante la Guerra Civil, buscó cómo entretener a los compañeros convalecientes creando un juego de fútbol en pequeño formato: “Contaba que, en el hospital donde se fue recuperando, los chicos añoraban sobre todo el fútbol, y él entendió que podía hacerles felices fácilmente. Recurrió a un carpintero que había en el centro sanitario, y con esta ayuda puso en marcha su invento. Ése fue el futbolín. En el camino del exilio a Francia perdió la patente. Pero una década más tarde fue la empresa que los fabricaba en España la que le dejó dinero para viajar a Suramérica. Vivió en Ecuador, en Guatemala, y se fue a México, que fue la parte más abundante de su vida de exiliado”.
Sirva, pues, esta parte de la colección de nuestro Museo como homenaje a Alejandro Finisterre, así como a tantas y tantas generaciones que han disfrutado de este "fútbol en pequeño formato".